Encontrar un arriendo medianamente barato se ha vuelto algo así como una odisea, ya que los precios no paran de subir. Y para quienes no les alcanza para comprarse una vivienda esta resulta ser la única alternativa para independizarse. Aunque la demanda está abriendo una nueva opción.
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De acuerdo a datos de Yapo.cl, a través de YapoData, la oferta de alquileres de habitaciones aumentó 45% en el país durante el último año, la mayoría concentrándose en la Región Metropolitana.
Esto no es de extrañarse, porque de acuerdo a datos de Portalnmobiliario del tercer trimestre, el valor de los alquileres en el Gran Santiago creció 3,4% en el último trimestre, habiendo comunas como San Joaquín donde el alza se dispara en casi 13% anual.
“El arriendo de un dormitorio se ha posicionado como una alternativa para aquellas personas que no tienen el presupuesto para alquilar algo propio o compartido”, dice Katherine Aybar, gerente de marketing de Yapo.cl
En cuanto a precios, la plataforma de avisos por internet indica que en la Región Metropolitana, el arriendo promedio está en $155 mil, donde Puente Alto es la que tiene las opciones más económicas ($120 mil en promedio), mientras que Las Condes y Providencia son aquellas con mayores precios ($220 mil y $210 mil, respectivamente).
En comparación, de acuerdo a datos del último informe de PortalInmobiliario.com, en estas últimas dos comunas, el arriendo promedio de un departamento de un dormitorio y un baño cuesta poco más de $452.700 y $420.100, con alzas anuales de 2,8% y 2,9%, respectivamente. Mientras, una comuna altamente demandada como Santiago Centro, los valores han subido 11,3% respecto a 2017, bordeando los $290.300.
Aybar sostiene que estudiantes, practicantes, extranjeros y profesionales recién egresados son algunas de las personas que ven en el arriendo mensual de un dormitorio, una verdadera opción para vivir en la ciudad que eligieron. Mientras que en la vereda de al frente. “muchas personas que viven solas y que tienen el espacio, deciden ofrecer esas habitaciones, ya sea para tener compañía o recibir dinero extra”, añade.
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¿Y el contrato?
En esta nueva situación, el cómo regular detalles clásicos de cualquier arriendo podrían ser complejos, porque obviamente no es lo mismo alquilar una vivienda y vivir solo, versus compartir una casa o departamento.
“Tratándose del arriendo de habitaciones se aplican las mismas reglas que para el arriendo de un inmueble completo, por cierto, que las condiciones son diferentes, pero la regulación es la misma”, aclara Alejandra Carrasco, docente de Derecho de la U. San Sebastián.
Si es eventual o permanente, al arrendar sólo una habitación también es recomendable traspasar el acuerdo a un documento escrito, en el que “no deben faltar, por cierto, el precio o renta, y las obligaciones tanto del arrendador como del arrendatario, por ejemplo, en cuanto al uso de los espacios comunes, y los ‘beneficios’ a que tiene derecho el arrendatario, tales como luz, agua potable, internet etc.”, agrega la abogada.
En esa línea, Carrasco indica que el monto a pagar por el inquilino debiese ser fijo, “ya que es difícil determinar cuál es el uso específico de cada arrendatario cuando se trata de habitaciones, no va a instalar un medidor de luz por cada habitación, por ejemplo, por lo que se suele cobrar dentro de la renta un monto aproximado”. Por ello insiste en que el contrato debe mencionar en términos sencillos, pero con la mayor claridad posible, qué comprende el arriendo.