El presidente ruso Vladimir Putin supervisó el miércoles la prueba de un nuevo misil supersónico y declaró que el arma es «imposible de interceptar» y mantendrá a Rusia segura durante décadas.
PUBLICIDAD
Ante altos funcionarios militares después de ver la transmisión en vivo del vehículo Avangard desde la sala de control del Ministerio de Defensa, Putin indicó que la prueba fue un “gran éxito” y un “excelente regalo de Año Nuevo para la nación”.
El misil supersónico, compuesto por un cohete balístico intercontinental equipado con una o varias ojivas hipersónicas con la capacidad de maniobrar, recorrió una distancia de seis mil kilómetros durante la prueba.
Esta poderosa arma, que se comenzó a construir en 2003, puede burlar todos los sistemas antimisiles del mundo y alcanza una velocidad hipersónica de 24.140 kilómetros por hora, de acuerdo con el gobierno ruso.
El Avangard es parte de una serie de nuevas armas nucleares que Putin presentó en marzo diciendo que Rusia tuvo que producirlas como respuesta al desarrollo de un sistema de defensa antimisil de Estados Unidos.
La prueba se llevó a cabo en medio de tensiones en las relaciones entre Moscú y Washington, que han llegado a su peor nivel desde la época de la Guerra Fría por el conflicto con Ucrania, la guerra en Siria y la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de EEUU de 2016.
La esperanza de Putin de mejorar el vínculo con el país norteamericano bajo la presidencia de Donald Trump se ha apagado debido a la investigación de las acusaciones de interferencia y las tensiones aumentaron cuando el gobierno estadounidense impuso nuevas sanciones contra Rusia.