Este martes Jair Bolsonaro, el nuevo presidente de Brasil, asumió con la promesa de reformar los innumerables aspectos de la vida cotidiana y poner fin a los gobiernos que no han cambiado nada.
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La semana pasada se dio a conocer una agenda de acción que el nuevo gobierno llevará a cabo en cuatro etapas: a los diez, 30, 60 y 90 días, en los cuales se identificarán y se desarrollarán las propuestas prioritarias para Brasil.
En su primera medida como presidente, Bolsonaro aumentó el salario mínimo de los 954 reales (172.735 pesos chilenos) a los 998 reales (180.700 pesos chilenos), un monto inferior a los 1006 reales (182.220 pesos chilenos) que se preveía que aumentara el gobierno anterior.
El mandatario también emitió una orden ejecutiva el día de su juramentación para transferir las responsabilidades de identificación y delimitación de tierras de las tribus indígenas al Ministerio de Agricultura de Brasil, con el fin de anular las decisiones de demarcación hechas por los gobiernos previos.
Por otro lado, para su agenda anticorrupción el ex militar estableció reglas de conducta, en la que se prohibe contratar a familiares cercanos y así evitar sospechas de corrupción y nepotismo.
En reiteradas ocasiones Bolsonaro se ha mostrado a favor de las armas y ha informado que priorizará la lucha contra la delincuencia en una nación que lleva años registrando la mayor tasa anual de homicidios del mundo. Más de 63 mil personas fueron asesinadas el año pasado.
«Es urgente acabar con la ideología que defiende a bandidos y criminaliza policías, que llevó a Brasil a vivir un aumento en los índices de violencia y al poder del crimen organizado, que acaba con vidas de inocentes, destruye familias y conlleva inseguridad», indicó el nuevo jefe de Estado este martes.
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Sin embargo, los grupos de defensa de los derechos humanos temen que su defensa de la violencia policial pueda proteger a los agentes de investigaciones por mala conducta y provocar más muertes extrajudiciales.
Otra de las medidas que crea la agenda es un «Consejo de gobierno» que se realizará cada martes. En esta instacia participarán el mandatario, el vicepresidente y los doce ministros.
En cuanto a la estrategia internacional, el presidente anunció el traslado de la embajada de Brasil en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén y que pondrá límites a las inversiones chinas, uno de los socios comerciales principales del gigante latinoamericano.
Bolsonaro también anunció en su discurso que van «a unir al pueblo, valorizar la familia, respetar las religiones y nuestra tradición judeo-cristiana, combatir la ideología de género, conservando nuestros valores».