Los ataques a tiros y con bombas incendiarias cumplen su sexto día consecutivo en el estado nororiental brasileño de Ceará pese al despliegue de por lo menos 300 miembros de la Fuerza Nacional de Policía para poner fin a la violencia.
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Varios autobuses y vehículos fueron incendiados, y algunas gasolineras atacadas en Fortaleza, la capital, así como en al menos seis ciudades más, indicó el departamento de seguridad pública de Ceará.
La policía mató a dos sujetos en un enfrentamiento. Las fuerzas de seguridad han detenido a más de cien personas desde que la violencia estalló el miércoles.
¿Qué desató la violencia?
Las autoridades afirman que grupos del crimen organizado ordenaron la ola de violencia en represalia por los planes del gobierno de imponer controles más estrictos en las prisiones del estado. Las pandillas en las cárceles de Brasil son poderosas y su actuar se extiende a las calles del país.
De acuerdo con el secretario de Seguridad Pública de Ceará, André Costa, indicó a G1 que la ola de violencia fue provocada por el nombramiento del nuevo Secretario de Administración Penitenciaria del Estado, Mauro Luís Albuquerque, conocido por su trato duro contra la criminalidad.
El secretario ya había anunciado que terminaría con la división y organización de las cárceles conforme al grupo criminal al que los reos pertenecen.
Además, Albuquerque había anunciado que se controlará la entrada de celulares a los recintos penitenciarios y la implementación de dispositivos que bloqueen las señales de celular.
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Ante las nuevas medidas de seguridad, dos miembros de facciones rivales concretaron un «pacto de unidad» con el fin de «concentrar fuerzas en contra del Estado», detalló que una fuente anónima del Servicio de Inteligencia de la Secretaría de Seguridad al medio brasileño.
El primer ataque habría sido ordenado por un detenido de la Unidad Prisionera Agente Luciano Andrade Lima la tarde del miércoles, agrega la fuente.
La ola de violencia se desató tan sólo un día después de la juramentación del presidente derechista Jair Bolsonaro, un ex capitán del ejército que ganó los comicios y que en su campaña prometió combatir la delincuencia y dar mayor libertad de acción a la policía frente a los malhechores.