El país asiático sigue anclado a una de sus tradiciones más antiguas, su amor por el trabajo, lo que ha provocado que las principales empresas tengan que poner límites. Y es que, históricamente, reconocen su trabajo como una representación de su propia persona, donde fallar no está permitido.
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Japón ha decidido acabar con la lacra de las muertes por exceso de trabajo, no solo por sus empleados, sino porque un informe asegura que la epidemia de insomnio cuesta a su economía cerca de 138 mil millones al año.
Hay un término que hace referencia la hecho de quedarse dormido en el trabajo. Se trata de “Inemuri”, una palabra que está integrada por los caracteres “I”, que significa “estar presente” y “nemuri” que significa “dormir”. Así que podemos interpretarlo como desconectarse un momento, una microsiesta en la oficina.
Estas son algunas de las medidas que está utilizando un número creciente de empresas en Japón para contrarrestartar esta epidemia.
Las «microsiestas» se producen en el mismo puestos de trabajo, donde el empleado suele dar una pequeña cabezada para descansar y, poco después, continuar trabajando. Ahora, no solo es que se permitan, sino que se ve con malos ojos a quien no lo hace, pues no se ve como un signo de pereza, sino como una señal del compromiso de la persona para con su empresa.
Por si fuera poco, muchas empresas han comenzado a tomar medidas más estrictas. Por ejemplo, la tecnológica Nexbeat ha dispuesto una habitación para hombres y otra para mujeres con camas en su interior, en las que poder dormir, en las que está prohibido acceder con teléfonos móviles, tablets u ordenadores. Además, según explican varios de los dueños de la empresa a ‘The Guardian’, todos los empleados deben salir por norma antes de la 21:00 horas y está prohibido hacer horas extra.
Otras firmas como Crazy, especializadas en la planificación de bodas, ha ido incluso un paso mucho más allá. Esta empresa premia a los trabajadores que más horas duermen por la noche. ¿Cómo? A través de una app que pueden instalar en sus móviles que controla su sueño. Si duermen al menos seis horas consecutivas, la empresa les recompensará con cantidades económicas que pueden alcanzar los 500 euros al mes y que pueden canjear en la cafetería de su empresa.
Y es que el país asiático es, del mundo, el que menos duerme de media, con una cantidad cercana a las 6 horas y 35 minutos, 45 minutos menos que el promedio internacional. Y, para ello, el descanso se ha convertido en pieza clave de la política de las firmas niponas.