Fue una sorpresa para todos y el Gobierno no podía estar más dichoso. La economía en noviembre creció más de lo esperado y permite consolidar la meta de crecimiento esperada para 2018.
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Según informó el Banco Central, el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de dicho mes se expandió 3,1%, frente al 2% que esperaban analistas del mercado, siendo la principal responsable de este resultado la minería.
“Lo que explicó la sorpresa fue el desempeño del sector minero, que aumentó 5,5% en términos anuales. El problema es que este sector muestra una gran volatilidad (…) Sin ir muy lejos, en octubre tuvo una contracción de 6,1%”, sostiene Alejandro Puente, Académico Escuela de Ingeniería Comercial Universidad Santo Tomás.
“Nos alegramos que la minería retome su crecimiento, luego de cuatro meses consecutivos de caídas”, señaló por su parte el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien destacó que «hemos partido el año en materia económica con muy buenas noticias”.
Las buenas nuevas siguieron con las exportaciones que crecieron 9% el año pasado. Hasta ahí todo bien, pero ¿usted recibe en su bolsillo todos estos beneficios? Al menos la estadística dice que no. Y es que ayer, junto con conocerse estas excelentes cifras, el INE informaba que las remuneraciones crecieron en noviembre 1,3% real –considerando la inflación- en doce meses.
Ahora bien, las cifras son llamativas si las comparamos. Mientras en 2017 la economía creció un escaso 1,7%, los salarios se incrementaron en 2,3% ¿qué pasa en 2018? Entre enero y noviembre el crecimiento es de 4,1%, mientras que lo que ganan los chilenos por su trabajo apenas acumula una subida de 0,7%.
Por qué no chorrea
Este desacople entre crecimiento y salarios se produce por el desempleo, el que practicamente se ha mantenido estancado el año pasado.
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“El país se espera que crezca a tasas de aproximadamente 4% el año 2018, sin embargo, eso no necesariamente se traspasará en una tasa uno a uno en los salarios. Hemos visto que la tasa de desempleo en los últimos trimestres ha ido en aumento, por lo que no esperaríamos que las remuneraciones estén subiendo”, indica Hernán Herrera, académico de Ingeniería Comercial U. San Sebastián.
Algo con lo que coincide Víctor Valenzuela, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, quien señala que los salarios no han subido tanto, precisamente “porque el trabajo no está siendo escaso. La cifra de empleo ha estado un poco porfiada”.
El economista explica que este fenómeno del mercado laboral sucede porque cuando la economía crece poco y “las empresas hacen ajustes de eficiencia”, es decir, despiden gente y con menos hacen lo mismo. Sin embargo, añade que cuando las cifras mejoran “no contratan la misma cantidad de gente, porque se adecuo la que había o porque se aplicó teconlogía”.