Argentina va un paso adelante ya que el lunes se publicó en el Boletín Oficial la Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, más conocida como “Ley Justina” en homenaje a una pequeña de 12 años que falleció esperando un corazón.
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La legislación establece que “toda persona capaz mayor de 18 años” es posible donante de órganos, células o tejidos, a menos que haya dejado una constancia expresa de lo contrario.
Además, le quita a la familia el derecho a decidir respecto a este proceso ya que “la Ley respeta la manifestación expresa (afirmativa o negativa) realizada en vida por las personas”, indicó el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) a Clarín.
El primer centro en aplicar la ley fue el Hospital General Roca, en Río Negro, horas después de la reglamentación de la ley. La familia de una joven fallecida se negó a donar sus órganos, sin embargo, una jueza decretó que la institución médica debía llevar a cabo el proceso quirúrgico porque la mujer fallecida no dejó ningún documento en que estipulara que se niega a la donación.
La ley no aborda a los menores de edad, en este caso “la autorización para la obtención de los órganos y tejidos debe ser efectuada por ambos progenitores o por aquel que se encuentre presente, o el representante legal del menor”, establece Incucai y agrega que de no contar las personas mencionadas decidirá el Ministerio Pupilar.
El proyecto fue debatido y aprobado en julio de 2018 en el marco del caso de Justina Lo Cane. No obstante, antes de su aprobación, la lucha de la pequeña por su vida motivó a muchos argentinos a inscribirse como donantes. Tanto así que durante el 2018 llegaron a la cifra histórica de 701 procesos de donación y 1.681 personas trasplantadas.