Uno de los incentivos laborales más valorados por los chilenos es la flexibilidad horaria, sobre todo en meses como enero y febrero en los que gran parte de los colaboradores decide tomar vacaciones, mientras que el resto permanece en su lugar de trabajo.
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Sin embargo, en Chile esta práctica aún no es aplicada por la mayoría de las empresas. Según una encuesta elaborada por la empresa de recursos humanos Adecco Chile a 6 mil trabajadores a nivel nacional, este año el 20% de los trabajadores afirmó tener horario especial de verano. De ellos, 11% trabaja mediodía los viernes, mientras que 19% asegura que la salida se adelanta en una hora.
Suyin Palma, Directora de Responsabilidad Social Corporativa de Adecco, explica que “no hemos visto un aumento sustancial en la cifra con respecto a años anteriores, lo que puede responder a que las empresas están activando algunas áreas o funciones que se vieron afectadas por un año 2018 económicamente incierto”.
Pese a ello, las compañías locales estarían adoptando paulatinamente esta modalidad, ya que en el caso de trabajadores jóvenes como los millennials, es relevante contar con horarios que les permitan balancear su vida personal y profesional, mientras que a las generaciones mayores les permite pasar más tiempo con sus hijos que se encuentran de vacaciones en estas fechas.
Sobre este punto, la experta de Adecco agrega que los colaboradores que cuentan con estos incentivos se sienten más valorados y comprometidos, lo que se traduce también en un aumento en la productividad y un mejor ambiente laboral.
“Este tipo de beneficios otorga resultados positivos, siempre y cuando las funciones del cargo y el sector productivo de desempeño así lo permitan. Al mismo tiempo, estas prácticas forman parte del employer branding, que ayuda a las empresas a ser más atractivas para el mercado laboral, generando un valor agregado al momento de captar y retener talentos”, concluye.