Maduro cruzó el umbral. El mandatario venezolano inaugura desde su juramentación el día de ayer un segundo mandato, que marca un antes y un despúes. Si bien su primer sexenio presidencial desde 2013 hasta la fecha, era considerado como legítimo, a partir de ayer entró en un período presidencial sin Estado de derecho ni reconocimiento internacional, que ha pasado a ganarse el nombre de dictadura. Una fractura que parece no tener vuelta atrás.
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«He cumplido con la constitución. Está certificado mi juramento y desde hoy asumo la presidencia de la república para el segundo período electo por el pueblo 2019-2025”, afirmó Maduro al agradecer la asistencia al acto de representantes de 93 países, entre ellos China, Rusia, Turquía, México, República Dominicana y el Vaticano, la cual consideró una presencia “valiente”.
En cambio, los diplomáticos de la mayoría de los países vecinos y la Unión Europea, que no reconocen la reelección de Maduro, estuvieron ausentes.
“Hoy no hay jefe de Estado, no hay comandante en jefe de la fuerza armada”, dijo el presidente del Congreso, Juan Guaidó, al rechazar la juramentación de Maduro. “No eres legítimo, así te disfraces como te disfraces”, agregó.
El congresista dijo que la Asamblea Nacional se declaró en emergencia y que próximamente se declarará la “usurpación del cargo de la presidencia” para luego proceder a lograr el reconocimiento del Legislativo por parte de distintas instancias internacionales.
Guaidó llamó a las fuerzas armadas a que hagan valer la constitución y “desconocer lo que no fue producto del voto popular”.
Poco después de la declaración del presidente del Congreso, el ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, ratificó el respaldo de la fuerza armada a Maduro y dijo durante la toma de juramento de varios cientos de militares formados en uno de los patios de la Academia Militar que “acatamos sin vacilación su mando único e indiscutible liderazgo para dirigir los destinos de la patria en los próximos seis años y lo reconocemos como nuestro comandante en jefe”.
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Ante lo cual, Maduro llamó al alto mando militar a “profundizar la revolución militar” iniciada hace unos años, pero no ofreció detalles.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que mantiene a Venezuela desde 2002 entre las naciones del continente que requieren seguimiento especial, advirtió la víspera que el nuevo mandato de Maduro profundiza el debilitamiento institucional en esa nación sudamericana.
«Maduro usurpador»
El mandatario izquierdista deberá lidiar desde el primer día de su segundo gobierno con más cuestionamientos y presiones de la comunidad internacional.
El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo condenó la juramentación de Maduro a quien señaló de incurrir en una “ilegítima usurpación de poder” tras unas elecciones que consideró “desleales e injustas”.
“Es hora de que Venezuela comience un proceso de transición que pueda restaurar el orden constitucional y democrático mediante la celebración de elecciones libres y justas que respeten la voluntad del pueblo venezolano”, dijo Pompeo en un comunicado.
En tanto, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución para declarar ilegítimo el segundo mandato del presidente venezolano Nicolás Maduro.La resolución aprobada por 19 votos a favor, seis en contra, ocho abstenciones y un ausencia declara «la ilegitimidad del nuevo periodo de Nicolás Maduro que se inició el 10 de enero».
Además, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela y el cierre de la embajada paraguaya en Caracas tras la toma de posesión de Nicolás Maduro para su segundo periodo de Gobierno.
Desde Chile, el canciller Roberto Ampuero y la ministra vocera de Gobierno Cecilia Pérez se pronunciaron respecto al tema: «Hoy es un día en el que Nicolás Maduro va a colocar una lápida sobre la democracia venezolana, pero estamos convencidos de que el pueblo venezolano va a levantar algún día, pronto lo deseamos, esa lápida para que la democracia vuelva a imperar», ha dicho el canciller chileno Roberto Ampuero en una rueda de prensa.
«Hoy día es un día triste para los demócratas del mundo. Pero es un día más triste para un pueblo que ha tenido que sufrir con sangre un régimen autoritario como el de Maduro», agregó la ministra.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, reiteró ayer que Venezuela vive «bajo una dictadura» y ha afirmado que si bien Nicolás Maduro, que ha asumido un nuevo mandato presidencial, se presenta como «el presidente perseguido», él no es la «víctima», sino el «victimario».
Evo Morales por su parte criticó la decisión de la OEA:» Al no reconocer al hermano @NicolasMaduro, la @OEA_oficial atenta contra el pueblo venezolano. La OEA, que debe buscar integración, se convierte en instrumento de agresión y humillación contra la autodeterminación de los pueblos. La democracia es del pueblo, no del imperio», dijo en twitter.
«La UE lamenta profundamente que (…) el presidente Maduro emprenda hoy un nuevo mandato sobre la base de elecciones no democráticas», indicó en una declaración en nombre de los 28 países de la UE la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Venezuela está sumida en una profunda crisis económica y social con una hiperinflación de siete dígitos y una fuerte recesión que se ha extendido por cuatro años consecutivos. La ONU proyectó que para este año cerca de dos millones de personas más podrían emigrar de Venezuela hacia diferentes países de la región. Asimismo, el Fondo Monetario Internacional estima que en 2019 la hiperinflación podría acelerarse y alcanzar 10.000.000 % y mantenerse la recesión económica.