El senador Guido Girardi (PPD), autor de la ley que nacionaliza el agua, criticó el anuncio del ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, de enviar más de 100 indicaciones al proyecto que reforma el actual Código de Aguas, que está en el Senado desde 2011, entre ellas la de entregar derechos de agua a perpetuidad a privados.
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El parlamentario, junto a la senadora Adriana Muñoz (PPD), quien presidió la Comisión Especial de Agua del Senado, salieron al paso de las declaraciones del ministro, los cuales fueron calificados «inauditos e inaceptables».
Ambos parlamentarios anunciaron la campaña de recolección de firmas «Agua de todos», que busca que el agua «vuelva a ser considerada como un bien nacional de uso público, como es en la mayoría de los países del mundo y como era en Chile antes que la privatizara (Augusto) Pinochet en la Constitución de 1980».
Al respecto, Girardi señaló que «debemos organizar a toda la oposición y a quienes, más allá de sus legítimas visiones políticas o ideológicas, están convencidos que el agua debe ser de todos los chilenos. La lucha para que el agua sea de todos y todas es transversal».
«Más allá que el ministro niegue ahora haber dicho perpetuidad y hablé de derechos indefinidos, las más de 100 indicaciones que presentarán al proyecto que tramitamos hace años en el Senado, apuntan a que están pensando el agua como un instrumento de mercado y favorecer a los grandes grupos económicos y eso no lo vamos a aceptar», agregó el senador.
Además, el parlamentario recordó que «en Chile hay 79 comunas, dos millones de personas, que dependen de camiones aljibes, no porque no haya agua sino porque algunos se apropiaron de ella usando la modificación de Pinochet. Antes le pertenecía a todos y para otorgar una concesión se establecía prioridades de uso, primero consumo humano, saneamiento básico, agricultura y eso ya no existe».
Por su parte, la senadora Muñoz dijo «el Código de Aguas y el Código Civil consagran el agua como un bien nacional de uso público, pero eso es distorsionado por la Constitución que establece que el agua se entrega como propiedad privada a los particulares. Y ahí está el nudo legislativo central que impide avanzar en esta materia».
«La propuesta del Presidente (Sebastián) Piñera es un retroceso y crea una tensión legislativa innecesaria. Al presentar más de 100 artículos al proyecto en tramitación va a retrotraer todo el debate que ya hicimos durante siete años y, por cierto, con visiones distintas, se votaron democráticamente, mayorías, minorías, incluso hubo unanimidad en muchos artículos», concluyó Muñoz.