En octubre de 2014 se inició la construcción del nuevo Hospital Félix Bulnes y los vecinos de Cerro Navia aún no pueden atenderse. Ni siquiera teniendo en cuenta que la obra gruesa del proyecto finalizó hace dos años, ya que cuando el avance estaba al 92% de avance, la empresa a cargo, la italiana Astaldi, fue despedida por la concesionaria.
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Por eso, durante este martes el alcalde de Cerro Navia, Mauro Tamayo (IND), acompañado de los parlamentarios Boris Barrera (PC), Maite Orsini (RD), Cristina Girardi (PPD) y Karol Cariola (PC), llevaron una carta hasta La Moneda para exigir que el Gobierno interceda ante los retrasos de la inauguración de la obra.
«El incierto escenario que vive el Hospital debe ser aclarado en cuanto a su actual estado de construcción, junto con la programación del término de la obra. Cabe recordar que se nos han señalado distintas fechas que no se han cumplido», dice parte de la carta.
El hospital, acusan desde el municipio, lleva cerca de 4 meses con los trabajos paralizados. La concesionaria contrató a la constructora nacional LyD para terminar la construcción del recinto, ya que cuenta con experiencia en la construcción de las clínicas Las Condes, Santa María, Dávila, Vespucio, entre otras. No obstante, eso no tranquiliza a los vecinos.
“Hemos venido a expresar al Gobierno nuestra severa preocupación por esta ausencia, por este silencio. Hoy día no tenemos claridad de cuándo inicia el
servicio del Hospital Clínico, pues las obras están paralizadas y no sabemos cuándo se traspasa”, dijo el alcalde Tamayo, dando cuenta de que en el lugar aún no se ven trabajadores en la obre, aún cuando el Gobierno anunció que el 31 de enero se traspasaría la obra a LyD para iniciar los trabajos.
En la carta, las autoridades piden que «el Ejecutivo precise ante la ciudadanía si ha tomado todas las acciones frente a la nueva contratación de LYD, asegurando que cuenten y cumplan con las condiciones económicas para llevar adelante la construcción».
El edil además acusa que no se han hecho los trabajos de mitigación correspondientes. “En este lugar se va a generar un caos vial, porque estas obras de mitigación en su momento no fueron consideradas. No basta con tener los 120 mil metros cuadrados construidos, si los vecinos no van a poder llegar y serán los principales afectados”, explicó el jefe comunal.
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A su vez, el diputado Boris Barrera manifestó su preocupación por los cientos de trabajadores que fueron despedidos tras la quiebra de la empresa Astaldi, encargada de la ejecución de las obras y que hoy adeuda más de 10 mil millones de pesos a los contratistas.
Por lo mismo, desde los subcontratistas mencionan que el compromiso de saldar la deuda con los trabajadores no se ha concretado, razón por la que las obras aún no se retoman.
El nuevo Félix Bulnes, recinto de alta complejidad y que debería atender a más de 700 mil vecinos de la zona norponiente de la capital, contempla una obra de 120 mil metros cuadrados de superficie y tres servicios de urgencia para adultos, infantil y maternidad, totalizando una capacidad de 523 camas.
