El consenso es absoluto: las pensiones que se pagan en Chile son muy bajas, miserables consideran muchos, y el Gobierno ya trabaja en la reforma al sistema que promete aliviar en algo esta realidad. Sin embargo, aparecen otras alternativas que pueden ser un complemento a ese bajo ingreso de los pensionados.
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¿Qué le parecería recibir un dinero mensual a cambio de que cuando se muera su casa se la quede el banco? Eso es, a grandes rasgos una “hipoteca revertida”. El modelo funciona en países como EEUU, Canadá o España y fue planteado sin éxito en 2015 por diputados de Renovación Nacional, ya que la idea no fue acogida por el gobierno de Michelle Bachelet. Ahora es el ex superintendente de Bancos, Eric Parrado quien vuelve a ponerla sobre la mesa.
En una columna publicada en un medio de circulación nacional, el economista plantea que “el objetivo es transformar el patrimonio de la vivienda en un activo líquido para que sea una fuente de ingresos adicional y complementaria a la renta recibida por parte del sistema de pensiones en la etapa de jubilación, permitiendo además que el propietario, junto a su familia, pueda seguir utilizando la vivienda como lugar de residencia”.
“La persona compra, ahorra toda su vida, termina de pagar y se muere y ese bien queda para otra persona. Entonces, con esta medida se busca generar es que la persona haga mejor uso de esos recursos”, sostiene Roberto Saavera, académico de la Escuela de Negocios de la U. Mayor, quien añade que el dinero que obtendría este adulto mayor “sirve para paliar todos los costos en ese periodo de la vida”.
Pero ¿en qué consiste esta “hipoteca revertida”? Se trata, con se señaló antes, que una entidad financiera le entregue a un pensionado un dinero a modo de préstamos a cambio de su casa, considerando variables como el valor o tasación de ésta y la sobrevida del beneficiario. Una vez que éste se muere, la propiedad pasaría a ser del banco.
“Hay que definir justamente quienes van a ser las entidades que darán este finaciamiento, cómo se van a tasar estos inmuebles”, sostiene Guillermo Fuentes, académico escuela de Economía y Negocios, U.Central, a lo que añade que la tasa de interés no debiera ser la misma que a de un crédito hipotecario normal.
Asimismo, señala que el modelo se podría abrir a otras entidades comolas cajas de compensación. Algo en lo que no coincide Saavedra. “Si un lo pensara como sistema nuevo, uno tiene que pensar en los sistemas vigentes que ya tienen la expertise”, refiriéndose a los bancos.
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¿Y qué pasa con los herederos?
Probablemente muchos ancianos que no tengan hijos, no tendrían problema con una propuesta así, recibir una platita extra y luego de fallecidos que su casa se la quede el banco, pero ¿qué pasa si hay herederos?
En su columna, Parrado plantea que éstos pueden decidir pagar la deuda y sus intereses con recursos propios o vendiendo la propiedad y la entidad financiera solo tomaría posesión de ésta si es que los herederos decidieran no pagarla luego de la muerte del dueño. Asimismo, indica que el dinero que sobre del valor total del inmueble debiese ser devuelto a estos familiares.
Para Fuentes, este punto debiese estar bien regulado para que se considere, por ejemplo, cuál es el estado económico de los hijos y/o herederos. “Hay que fijarse muy bien cuáles pueden ser algunas restricciones para herederos, por ejemplo, cuando hay hijos que son menores de edad, que tengan alguna discapacidad (…) ahí hay que tomar los resguardos y restricciones que correspondan”, subraya.