Este jueves el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, dio a conocer el «Plan País» con el que la oposición pretende sacar a Venezuela de la crisis.
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El programa está centrado en tres ejes:
- «Recuperar al Estado venezolano y ponerlo al servicio de la gente»
- «Empoderar a los venezolanos a fin de liberar sus fuerzas creativas y productivas»
- «Reinsertar al país en el concierto de nacionales libres del mundo»
Para cumplir el primer ítem, el plan de Guaidó es «garantizar las condiciones necesarias para que la sociedad pueda desenvolverse libre y dignamente», donde no se persiga al disidente, castigue al trabajador y chantajee a los vulnerables.
«Establece y cumple reglas que respetan los derechos de las personas, que promuevan el emprendimiento, la competencia, y sirvan como complementos a las iniciativas propias de la sociedad», agregó.
Luego Guaidó y su equipo tienen como objetivo «restablecer los mecanismos de mercado y las libertades económicas», «levantar el sistema de controles que ahoga a la producción nacional, recrear un sistema judicial independiente que garantice la propiedad privada, el estado de derecho y proteja al ciudadano» y «adelantar una política social solidaria que permita sortear la emergencia».
Finalmente, el presidente interino promete «desplazar la influencia de grupos criminales y cooperar como iguales con países hermanos en la consecución de los intereses de nuestros pueblos».
En palabras concretas, la administración de Guaidó tiene los ojos puestos en estabilizar la economía, atender la emergencia humanitaria, reactivar la industria petrolera, asegurar el acceso universal a servicios públicos, garantizar la seguridad ciudadana y generar confianza jurídica.
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Crisis
El también presidente de la Asamblea Nacional se autoproclamó presidente encargado con el argumento de que Nicolás Maduro asumió para un segundo mandato de seis años tras unos comicios que muchos consideraron ilegítimo y que ello representaba una usurpación del cargo.
Maduro, por su parte, sostiene que fue elegido en elecciones libres y acusa a Washington, a la UE y a la mayoría de los países latinoamericanos de orquestar un golpe de estado al respaldar a Guaidó e imponer sanciones petroleras punitivas.