Es un ente importante en el sistema, por lo que su posición al respecto no pasa desapercibida. El Banco Central escogió bando en la disputa que llevan adelante las operadoras de criptomonedas contra la banca en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (Tdlc).
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“Es indudable que los criptoactivos no son en la actualidad un buen sustituto del dinero y suponen una serie de riesgos para las personas y para el sistema financiero”, afirmó Mario Marcel, presidente del organismo emisor en un escrito que envió a dicha instancia, luego de ser consultado sobre el negocio de las monedas virtuales.
Según consigna una nota de La Tercera, el líder del BC, pese a señalar que esta postura cambiaría si las criptomonedas realizan mejoras y se adaptan a un marco que las regule, señaló que los bancos tiene la potestad de poner las condiciones para otorgar sus servicios. «Tal como no correspondería que un banco tuviera que otorgar un crédito a todo evento a una persona determinada, sin establecer previamente su capacidad y solvencia; tampoco sería apropiado que debieran abrir cuentas corrientes a todo aquel que lo solicite, sin ponderar los diversos riesgos que ello pueda involucrar, considerando para ello la legislación especial aplicable al contrato de una cuenta corriente bancaria”, señala Marcel.
Cabe recordar que las operadoras de criptoactivos o exchanges pusieron una demanda ante el Tdlc luego de que algunos bancos dicidieran cerrarles sus cuentas corrientes. Estas ganaron una primera batalla, porque el tribunal obligó a las entidades financieras a reabrirles dichas cuentas mientras se lleva a cabo el proceso.
Volatilidad y falta de regulación
Marcel ahondó en sus aprehensiones y subrayó el comportamiento de montaña rusa del valor de monedas como el bitcoin. «La alta volatilidad que ha demostrado tener el valor de los criptoactivos en el tiempo conspira para que puedan ser utilizados como unidad de cuenta y depósito de valor”, expresó el presidente del BC. Asimismo sostuvo que las monedas virtuales «no son un buen medio de pago, debido a que su aceptación es muy limitada, y no son reconocidos como moneda de curso legal”.
Cuando cerraron las cuentas de las exchanges, los bancos argumentaron la falta de regulación de esta nueva industria, algo con lo que coincide Marcel, por lo que considera que la posibilidad de que puedan constituirse en cualquier jurisdicción, no permite saber si toman medidas apropiadas para mitigar los riesgos operacionales y de ciberseguridad.