Para nadie es un secreto que Alexis Sánchez no pasa por su mejor momento. Pese a que ha vuelto a jugar en un Manchester United que está invicto desde la llegada del noruego Ole Gunnar Solskjaer a la banca, el rol del chileno ha sido secundario y hoy en día es suplente.
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Una muestra de los malos tiempos que ha vivido el tocopillano recientemente tiene que ver con la Champions League. En un torneo que él mismo ha dicho que sueña ganar, su aporte goleador ha sido nulo en los últimos dos años y su sequía se extiende desde sus días finales en el Arsenal.
Su última conquista en el máximo certamen de clubes del Viejo Continente data del 15 de febrero del 2017, cuando convirtió el único descuento de los Gunners en la derrota por 5-1 a manos del Bayern Munich en Alemania. En el partido de vuelta de esos octavos de final, los bávaros repitieron la dosis en Inglaterra, con el delantero nacional como titular.
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En la temporada siguiente, los londinenses no clasificaron a la Liga de Campeones y el atacante criollo fue transferido a los Diablos Rojos a mitad de campaña. Ya en el equipo de Old Trafford, el goleador histórico de la Roja estuvo en la llave frente al Sevilla, por la ronda de los 16 mejores, donde fue estelar en el 0-0 en España y en el 1-2 en el Teatro de los Sueños.
Ya en la presente edición de la Orejona, el formado en Cobreloa apenas vio acción en dos duelos de la fase de grupos, en el 0-0 en casa contra el Valencia y en el triunfo a domicilio por 2-1 sobre la Juventus, donde no participó en los goles. Sus problemas físicos y las decisiones técnicas de José Mourinho lo relegaron de los demás choques.
En total, cinco encuentros sin llegar a la red en la máxima cita europea, mala racha que puede llegar a su fin este martes cuando los Red Devils reciban al poderoso París Saint-Germain, que, eso sí, no tendrá a los lesionados Neymar y Edinson Cavani. Una oportunidad de oro para Maravilla para volver a las celebraciones ante un club que hace rato lo quiere en su plantel.