El jurado en el juicio al narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán lo declaró culpable de regentar una empresa en escala industrial de contrabando de drogas.
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Los casi tres meses de testimonios en el tribunal federal de Brooklyn incluyeron relatos de asesinatos grotescos, sobornos políticos, cocaína oculta en latas de chiles jalapeños y una fuga con su amante, ambos desnudos, a través de un túnel.
Catorce delincuentes delincuentes que cooperaron con las autoridades hablaron sobre la voluntad de Guzmán para usar la violencia en contra de sus enemigos.
Según la fiscalía, el cártel del capo mexicano traficó al menos 200 toneladas de cocaína a Estados Unidos durante más de dos décadas.
La defensa acusó a los testigos cooperantes de convertir a Guzmán en chivo expiatorio de sus propios crímenes.
Los jurados debieron completar un formulario que les obligó a tomar 53 decisiones acerca de si los fiscales han demostrado varios elementos de los 10 cargos.
Muchas están relacionadas con el cargo principal de regentar una empresa criminal en actividad.
Aunque no lo hallen culpable de todos los cargos, bastaría con condenarlo de algunos de ellos para enviarlo a prisión por décadas.