A la fecha, la Conaf contabiliza para esta época estival un total de 43.507 hectáreas dañadas por el fuego, y aumentando. La cifra representa un 43% más de terrenos y bosque nativo incinerado que el verano anterior, y eso que aún no se llega a la quincena de febrero.
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La noche de este lunes y madrugada del martes, los incendios ocurridos en Penco, y que mantuvieron a la Villa Italia en alerta por las llamas que estaban al borde de llegar a sus casas, reavivaron un elemento que surge todas las temporadas de incendios forestales: la presencia de pirómanos e incendiarios.
«La información que nos entrega bomberos es que fue un incendio intencional», dijo el alcalde de Penco, Víctor Hugo Figueroa. «Esa idea se refuerza con que el incendio que ocurrió en Florida y en Coronel, se dieron casi a la misma hora».
Pero, ¿qué tan grave es el problema? Según datos de Fiscalía Nacional, y a pesar de la dificultad para sorprender a los culpables in situ, los casos de pirómanos e incendiarios está lejos de ser un fenómeno aislado.
Según la información relativa a sentencias condenatorias por el delito de incendio de bosques en Chile, con data de los últimos cinco años (2014-2018), se contabilizan 97 casos de personas declaradas.
Las regiones que concentran más casos de personas incendiarias condenadas son las de O’Higgins (22), Valparaíso (19), Ñuble (16), La Araucanía (11) y del Maule (9).
Sólo en 2018, hubo un total de 14 personas condenadas en Valparaíso por producir incendios intencionales en bosques. En 2017, año en el que se produjo la catástrofe donde más de 500 mil hectáreas fueron arrasadas por el fuego, en la actual Región de Ñuble se condenó a otros 13 incendiarios de bosques.
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¿Qué ocurre en Santiago? Desde 2014 a la fecha, se contabiliza sólo un condenado por esta causa, quien fue procesado en 2018.