Fue una de las víctimas más lamentadas de los incendios del sur que ya consumen 45.603 hectáreas. Su nombre era Nicolás Soto y participaba como voluntario en el Cuartel de Bomberos de Villa Rica. El pasado 3 de febrero un balde de un helicóptero golpeó su cabeza mientras combatía incendios en Nueva Imperial. Tras pasar nueve días en coma finalmente el joven bombero falleció convirtiéndose en un héroe nacional.
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Y su calidad de héroe se elevó hasta la nubes esta mañana. La familia de un pequeño Talcahuano, Agustín Cortez, recibió durante la madrugada un paquete que les cambiaría la vida. Ahí supieron que la bondad del bombero trascendió a su muerte, ya que se convirtió en donador de órganos. Y uno de estos, específicamente un riñón, pasó a ser parte del pequeño. Así lo dio a conocer su familia a través de Facebook.
Agradecimiento al bombero
“Quiero dar las gracias a cada uno por sus llamados, mensajes y todo tipo de muestras de cariño”, escribió Francisco Cortez. Sobre el estado del pequeño también aclaran que a pesar de que el “riñoncito aún no agarra fuerzas como los médicos quieren”, el “Agus está un poco mejor”.
También agradecieron a Nicolás y a su familia por respetar su decisión. “De verdad muchas gracias de parte mía y de toda mi familia, y especialmente a la familia de Nicolás, un héroe”.