Si pensamos en robots interactivos, inmediatamente nuestra mente se traslada a países como Japón, Corea o China. Sin embargo, no tenemos que ir tan lejos, porque innovadores chilenos están trabajando esta tecnología.
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Se trata del emprendimiento SIMA Robot, quienes crearon el primer robot de este tipo en Chile que funciona con un smartphone. “Pasamos momentos en que pensamos que era imposible hacerlo caminar o hacerlo inteligente. Pero lo logramos, afortunadamente hemos contado con lo mejor del talento tecnológico del país, entre diseñadores, ingenieros, desarrolladores, educadores, sicólogos, etc.”, cuenta su cofundador Felipe Araya.
Indica que la idea de emprender en esta área nació hace más de 15 años viendo las experiencias de los países que lideran en el área, pero confiesa que “se hizo mucho mas relevante cuando le buscaba un robot social a mi hijo de dos años, para emular las experiencias educativas japonesas o coreanas y, entonces, me doy cuenta que no son nada accesibles para un chileno promedio (…) Ahí tomé la decision de desarrollar un robot social que pudiese ser accesible, como para que cualquier padre o profe pueda usarlo”.
El equipo inicial de esta aventura tech lo conformaron el propio Araya, que es ingeniero mecánico, más dos amigos de universidad: Virginia Dias, que es educadora especialista en sicología social, y José Polanco que es ingeniero eléctrico, a quienes se sumó más tarde Fabián, “un genio con herramientas de inteligencia artificial”, dice Araya.
SIMA funciona con una aplicación que se puede instalar en cualquier teléfono con sistema Android el que se pone en una especie de carcasa que es el cuerpo de este robot, el que puede escuchar, moverse y enseñar, por lo que es utilizado principalmente con niños en el ámbito educativo.
Este emprendimiento local, apoyado por Open Beauchef de la Universidad de Chile y el Instituto 3IE de la Universidad Técnica Federico Santa María, ya está creciendo. De hecho, ya están en Nueva York para participar entre el 16 y 19 de este mes en “ToyFair NewYork 2019”, que es la feria de juguetes más grande del mundo. “Sostendremos diferentes reuniones con empresas de desarrollo de productos y logística, de manera que el 2020 sea el año de la llegada de SIMA al mercado estadounidense, de la mano de un súper stand en la feria”, cuenta entusiasmado.
Made in Chile
Emprender no es fácil, pero si se piensa en un ámbito donde países nos llevan años luz lo hace ver mucho más desafiante. En ese sentido, Araya afirma que ve su experiencia con orgullo.
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“A veces uno se puede sentir mal porque quieres tener hecho mejores acabados o menos errores, pero cuando ves que eso le pasa a un robot de 2.000 dólares o notas que has resuelto problemas técnicos con una microfracción de los presupuestos de investigación y desarrollo de otras empresas, piensas ‘vamos, que se pudo’ y ‘vamos, que se puede’, expresa.
En ese sentido se muestra optimista con el ecosistema emprendedor que hay en nuestro país. Dice que “el balance de hacer tecnología desde Chile todavía es más de sonrisas que llantos” y, es más, afirma: “nosotros estamos convencidos que se esta construyendo el ‘Chileno Valley’”.
Y como se puede notar, las metas que tienen estos innovadores es ambiciosa. “Hoy somos la primera empresa de robótica social de la región y queremos posicionarnos como tal”.
Para ello, están avanzando en otras áreas más allá de la educación, como el sector salud o comercial, pero subraya que “siempre, como dice nuestro embalaje: Made in Chile con Amor”.