En una ciudad del sur de Chile se encuentra actualmente el ex comandante en jefe del Ejército general (r) Juan Emilio Cheyre. Luego de que el 07 de febrero el juez Vicente Hormazabal lo notificara como como autor de torturas en el Regimiento Arica de La Serena en 1973, Cheyre volvió a conocer la cárcel. Una palabra con la que también se reencontró fue con la «fianza». Ya que al igual que en su primer procesamiento por el Caso Caravana de la Muerte, tuvo que pagar tan solo $1 millón de pesos para quedar en libertad.
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Después de este nuevo episodio doloso para los derechos humanos del país, Juan Emilio Cheyre volvió a hablar. En una entrevista concedida a La Tercera, el ex uniformado dice que no le duele que su imagen pública pueda cambiar para siempre. Lo que realmente lo afecta, dice, es no poder salir del país para conocer a los tres nietos que en estos dos años han nacido en el extranjero. «Duele escuchar que no te permiten viajar porque eres un ‘peligro para la seguridad de la sociedad’ (se queda en silencio). Es muy fuerte», comenta.
«No soy encubridor»
Asimismo, declara que «el dolor más grande no es estar privado de libertad. El dolor más grande es el dolor que les significa a las personas que usted quiere. Pero ese dolor no va a mellar mi fortaleza en el sentido del honor de haber trabajado por Chile», dice. También recalca su rol en «la reconciliación, por la paz, de haber trabajado porque terminara la época negra que vivimos en un régimen y en un período que nunca debió haber existido en Chile. El honor de haber rescatado y puesto al Ejército como el Ejército de todos chilenos, por solo ese honor, si tengo que pagar el costo que he pagado ahora, lo tendré que pagar».
En esa línea, señala que tiene «la fe de que no voy a ser condenado porque, en primer lugar, no soy un encubridor. Esa es una interpretación que ha hecho el juez Carroza. De ser considerado cómplice, ahora dice que soy encubridor y lo dice porque entregué un documento a un diario que solo buscaba informar a las familias de lo sucedido. Yo creo que eso se va a corregir».
«Y respecto al procesamiento del juez Hormazábal, lo digo fuerte, claro y de frente: jamás he cometido apremio alguno». Cheyre también dice que no cree en «violencia física alguna, no contra detenidos por casos de derechos humanos: no le he pegado en mi vida a nadie. No he aplicado la violencia, no creo en la violencia», añade.
Respecto a cómo se explica la decisión del juez Hormazábal, reclamó inocencia. «A mí no me corresponde calificar las conductas del señor ministro Hormazábal. Respetuosamente hemos entregado todos los documentos necesarios para demostrarle que yo no hice eso que ahora se me acusa», concluyó.