El senador por Vermont Bernie Sanders, cuya revolucionaria campaña presidencial de 2016 reformó la política demócrata, anunció el martes que se postulará como aspirante a la presidencia de Estados Unidos en 2020.
PUBLICIDAD
«Nuestra campaña no trata solo de derrotar a Donald Trump», dijo el político de 77 años, que se autodescribe como un demócrata socialista, en un correo electrónico a sus seguidores. «Nuestra campaña tiene que ver con transformar nuestro país y crear un gobierno basado en los principios de justicia económica, social, racial y medioambiental”.
Sanders, un entusiasta progresista que ampara propuestas que van desde la atención sanitaria universal a matrículas universitarias gratuitas, sacudió el establishment demócrata en 2016 con su enérgico desafío a Hillary Clinton por la nominación demócrata. Aunque finalmente la candidata a la Casa Blanca fue la exsecretaria de Estado, la campaña de Sanders ayudó a sentar las bases para el giro a la izquierda que ha dominado la política de la formación en la era Trump.
La cuestión ahora es si Sanders prevalecerá sobre un nutrido grupo de aspirantes a candidato demócrata que son próximos a sus ideas políticas pero nuevos en el panorama político nacional. La situación es muy distinta a la de 2016, cuando Clinton era su única adversaria progresista.
Sin embargo, no hay duda de que Sanders será un formidable aspirante a la nominación demócrata. Logró más de 13 millones de votos en 2016 y ganó docenas de primarias y caucus. Iniciará su campaña su campaña con una organización a nivel nacional y una operación para recaudar fondos a pequeña escala de éxito probado.
«Vamos a ganar», dijo Sanders en una entrevista a la televisora CBS que se emitirá el martes por la mañana.
Candidatos demócratas
No hay iniciativas demasiado liberales para los aspirantes demócratas que tratan de conquistar la base del partido, la cual espera candidatos atrevidos, dispuestos a tomar medidas ambiciosas para hacer frente a los problemas de la nación.
PUBLICIDAD
Hay unas dos docenas de posibles candidatos y casi todos están a favor de un seguro médico universal. Algunos proponen universidades gratis, programas que garantizan empleo, un salario mínimo de 15 dólares la hora y abolir –o al menos reconfigurar– la agencia federal que hace cumplir las leyes de inmigración. Algunos han dado detalles acerca de cómo financiarían estas iniciativas, mientras que otros han dicho que lo harían aumentando los impuestos a los ricos.
El giro a la izquierda conlleva riesgos.
El presidente Donald Trump y sus aliados republicanos apuestan a que el electorado pensará que las propuestas demócratas son demasiado extremas, casi socialistas.
A las críticas de los republicanos se suman las de algunos demócratas moderados que temen que promesas bien intencionadas generen expectativas poco realistas.
El empresario millonario Michael Bloomberg, ex alcalde republicano de Nueva York que ahora considera la posibilidad de buscar la presidencia como demócrata, opinó hace poco que el electorado tal vez prefiera propuestas más moderadas.
“La mayoría de los demócratas quieren una estrategia más de centro”, dijo Bloomberg al programa “The View”, de ABC. “Si propones cosas que nunca se van a hacer, para las que no hay dinero, perjudicas las iniciativas que pueden representar un progreso y ayudar a los más necesitados”.
Hasta ahora, son pocos los candidatos que optan por una vía moderada.
En su campaña del 2016, el senador Bernie Sanders, quien se describe como un socialista demócrata, fue el único a favor del “Medicare para todos”, iniciativa que básicamente hubiera ofrecido seguro médico para todos. Este año cuesta encontrar uno que no proponga esa medida.
Un estudio reciente indicó que un plan de ese tipo costaría más de 32 billones de dólares. Los promotores de la medida aducen que los contribuyentes se ahorrarán una millonada que gastan ahora en la salud.
La enseñanza universitaria gratis asoma como un tema clave entre los demócratas. Varios potenciales candidatos ya la apoyan, como Joe Biden, Sanders, Gillibrand, Harris y Warren.
Es poco probable que la base demócrata acepte iniciativas que no contemplan una educación terciaria gratis.
Posturas populistas como estas permitieron a los demócratas asumir el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre pasado y lanzaron a la palestra una nueva generación de figuras jóvenes como la representante Alexandria Ocasio-Cortez, quien se identifica con el movimiento socialista democrático. Y las encuestas indican que el electorado apoya medidas como un seguro médico único, universidad gratis y jardines de infantes gratuitos también.
“Ha habido un profundo cambio en el centro de gravedad del Partido Demócrata”, declaró Adam Green, cofundador del Progressive Change Campaign Committee.