Un juez de Nicaragua impuso el lunes una condena de cárcel de 216 años al líder campesino Medardo Mairena, preso desde julio pasado por participar en protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, informó su abogado defensor, Julio Montenegro.
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El jurista indicó que junto a Mairena, quien fue representante de la opositora Alianza Cívica en el diálogo nacional de 2018, fueron condenados los dirigentes campesinos Pedro Mena y Luis Orlando Pineda, quienes recibieron penas de 210 y 159 años de prisión respectivamente.
Según el juez Edgard Altamirano, que dictó la condena, Mairena fue hallado culpable de la muerte de cuatro policías y un civil en el sur del país, como parte de los siete delitos atribuidos por el Ministerio Público, entre ellos el de “terrorismo”. La defensa del campesino ha rechazado los cargos y calificó la condena como “la más exagerada” impuesta por el sistema judicial, ya que triplicó la pena de 73 años solicitada por la Fiscalía para Mairena.
El juez Altamirano “es un inquisidor”, dijo Montenegro a periodistas. Agregó que las condenas dictadas contra Mena y Pineda también excedieron lo solicitado por la parte acusadora. En el caso de Pineda, la Fiscalía solicitó 30 años de cárcel y el juez dictó 159, destacó el abogado.
Pese a las condenas dictadas por el juez, la ley vigente en Nicaragua establece una pena máxima de 30 años de cárcel, por lo cual ése será el tiempo máximo que los reos podrán permanecer bajo arresto.
Los tres condenados son líderes del llamado movimiento campesino anti-canal, que desde 2013 se opuso con protestas y manifestaciones a la construcción de un canal interoceánico que Ortega otorgó en concesión al empresario chino Wang Jing, proyecto que nunca arrancó.
Tras el estallido de las protestas estudiantiles en abril pasado, Mairena, Mena, Pineda y otros campesinos organizaron retenes en las carreteras del interior del país en apoyo a las manifestaciones cívicas contra el gobierno. Por esa razón, Mairena y Mena fueron detenidos por la policía en julio pasado.
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El gobierno acusa a los opositores de haber promovido un “fallido golpe de Estado” para derrocar a Ortega, un ex guerrillero de 73 años que gobernó Nicaragua de 1985 a 1990 y retornó al poder en 2007, tras lo cual se reeligió en dos ocasiones (2011 y 2016), en comicios que la oposición calificó de “fraudulentos”.
La condena contra los tres líderes campesinos se produce apenas 48 horas después de que el gobierno expresara su voluntad de reiniciar un diálogo con la oposición “por el bien del país”, según lo expresado en una nota oficial emitida el sábado tras una reunión entre Ortega y cinco empresarios privados.
El encuentro generó expectativa en distintos sectores sociales y políticos, aunque distintos grupos de oposición advirtieron que dialogarán con Ortega sólo si cumple una serie de requisitos previos, entre éstos, la liberación de unos 770 “presos políticos”, el “cese de la represión policial y paramilitar” y garantías de libertad de prensa y de movilización ciudadana.
La crisis que estalló el 18 de abril en Nicaragua ha dejado al menos 325 muertos, miles de heridos, cientos de arrestados y unos 52.000 exiliados, según cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA.
El gobierno de Managua reconoce 198 fallecidos, aunque ONG humanitarias locales elevan la cifra a 545.