Hoy es un buen día para todos los cobardes que no aguantan ni cinco minutos viendo una película de terror. Si eres uno de ellos de seguro tuviste que aguantar las burlas de los amantes de este género. Pero como dice el dicho, el que ríe último ríe mejor. Esto porque una investigación indicó que aquellos que ven cintas de miedo tienden a consumir mayor cantidad de comida alta en grasa, lo que haría que estos suban de peso.
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Mirar escenas tensas o violentas hacen que las personas vean en la comida una especie de tranquilizante. En cambio personas que prefieran las comedias románticas no sufren el mismo fenómeno, informó Daily Mail.
La comida como el chocolate o la papas fritas ayudarían a controlar el estrés desencadenado por el aumento de las hormonas al ver este tipo de filmes.
El estudio entre el miedo y la comida
Si bien este es el primer estudio de este tipo, anteriormente se ha establecido un efecto similar con los videojuegos. Otro punto relevante es que, contrario de lo que se puede pensar no solamente estar sentado por largas horas incide en el peso, sino que también lo que se reproduce en la pantalla.
Según la Universidad Americana Libanesa, 84 participantes de entre 20 y 3o años que fueron asignados al azar para ver una película de miedo o romántica.
Sus niveles de presión, apetito y estrés fueron medidos antes de la cinta. Luego pusieron a su disposición distintos tipos de comida como papas fritas, chocolate, cabritas, bebida, manzana o jugo de naranja.
Las personas que vieron un filme de miedo sufrieron cambios en sus niveles, mientras que los otros no. En la misma línea, ambos grupos consumieron la misma cantidad de alimentos en un principio, pero durante la visualización cambió el panorama.
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Los amantes del horror consumieron 6,45 porciones de comida, mientras que el otro grupo sólo un 4,93. Entre ambos un 62% comió más de dos alimentos altos en grasa y un 71,4% consumieron más de dos comestibles salados, según reveló Daily Mail.
«Los resultados implican que ganar peso y la obesidad están asociados con el tiempo en la pantalla, no sólo por el hecho de que es una actividad sedentaria, sino que también está asociado al aumento de refrigerios altos en calorías, señaló el autor del estudio.