El general retirado Hugo Carvajal, exjefe de los servicios de inteligencia militar de Venezuela, rompió el jueves su silencio para pronunciarse contra el presidente Nicolás Maduro y denunciar la precaria situación en la que se encuentra la fuerza armada en medio de la profunda crisis que azota a al país
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Carvajal, que fue apresado brevemente en julio de 2014 siendo cónsul de Venezuela en Aruba por solicitud de Estados Unidos, donde lo investigaban por narcotráfico, manifestó su apoyo al jefe de la Asamblea Nacional y líder opositor, Juan Guaidó, que se declaró presidente interino el pasado 23 de enero.
En un video que difundió en su cuenta de Twitter, el también diputado oficialista ofreció su respaldo a Guaidó para “restablecer el orden constitucional” en Venezuela.
“Hoy técnicamente no tenemos capacidad para enfrentar a ningún enemigo”, afirmó Carvajal al reconocer que los militares, al igual el resto de la población, se encuentran “sin comida, sin medicinas, y con la mayor parte de los equipos bélicos canibalizados y con partes robadas”.
El antiguo jefe de inteligencia, que fue uno de los más estrechos colaboradores militares del fallecido presidente Hugo Chávez, instó al alto mando militar a que “detengan a tiempo el rumbo que llevan” ante la crisis que vive el país suramericano.
En medio de esta situación, el alto mando militar ha reiterado en varias oportunidades su respaldo a Maduro, pero no está claro si el resto de la fuerza armada avala esa posición. En el último mes, cuatro altos oficiales sin manejo de tropa se han pronunciado contra el presidente venezolano.
El Departamento del Tesoro señaló en 2008 a Carvajal y otros dos altos oficiales militares venezolanos de entregar armas a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y ayudarlos a traficar cocaína para financiar su insurgencia.
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El pronunciamiento del exjefe de inteligencia se da en momentos en los que el gobierno y la oposición mantienen una intensa pugna que ha escalado en las últimas semanas por la iniciativa que impulsa la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, para permitir la entrada al país de una ayuda humanitaria internacional para hacer frente a la crisis social.
Guaidó ha realizado varias exhortaciones a los militares, principal soporte de Maduro, a que permitan a partir del 23 de febrero el ingreso de una ayuda humanitaria donada por Estados Unidos, que se encuentra en un centro de acopio de la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela. El mandatario ha negado el ingreso alegando que con esa iniciativa se busca una intervención militar en Venezuela.
El jefe del Congreso y algunos diputados opositores partieron el jueves en caravana hacia el estado fronterizo del Táchira para estar presentes en el proceso de entrada de la ayuda, pero han enfrentado dificultades para transitar por los estados centrales de Aragua y Carabobo debido a que la guardia nacional les ha limitado el paso.