Estudió tres años en el Liceo de varones Barros Borgoño, dos de ellos los vivió como una adolescente trans y asegura que la comunidad la aceptó bastante bien pero que tuvo roces con funcionarios del liceo. Así comienza la historia de Arlen, estudiante de enseñanza media que ahora espera respuesta a su solicitud de matrícula en el Liceo 1 de Santiago.
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Al comenzar el año escolar en 2018 se dio cuenta que no había pasado de curso, a pesar de haber recibido un certificado que así lo acreditaba. “Aparecí en las nóminas de segundo medio, aún no me explico por qué me dejaron repitiendo”, dijo. “Supuestamente fue por problemas de notas, pero yo había pasado de curso. Igual lo hice de nuevo porque no tenía las mejores notas y me favorecía”.
El año pasado fue parte del Centro de Estudiantes del Barros Borgoño, lo que tensionó la relación con las autoridades del Liceo. “Cada situación que pasaba me cargaban bastante a mi o a otros estudiantes, me seguían al baño, cuando salía de la sala, hubo un hostigamiento muy notorio de todos los estamentos, menos del estudiantado”, relata Arlen.
Investigación interna en el Liceo
Desde la OTD Chile, en enero pasado, la unidad de legislación y políticas públicas solicitó una reunión con la Dirección de Educación de la Municipalidad, junto a las concejalas Irací Hassler y Natalia Contreras, para resolver la situación. En esta se expusieron las denuncias y antecedentes, comprometiendo una investigación interna, además del traslado a otro Liceo de la comuna, siendo el Liceo número 1 de niñas el elegido de Arlen.
“En la reunión se sorprendieron porque lo de la repitencia fue bastante arbitraria ya que a otros compañeros también les pasó, pero ellos presentaron su certificado de notas final acreditando que habían pasado de curso y los dejaron, pero a mi no. Además la directora subrogante del Liceo aseguró que yo no estaba matriculada en el Liceo cuando sí lo estaba, algo que hice para solicitar el traslado y por si no encontraba colegio”, expresó Arlen tras la cita.
De acuerdo al plazo establecido por las partes involucradas durante esta semana se debería conocer el futuro de la estudiante trans.
“Frente a los casos de discriminación lo mejor es educar y denunciar, si no te sientes cómodo en tu ambiente escolar, busca otro, siempre hay opciones. Además, no tengan miedos de ser quien eres, yo me di cuenta hace un par de años, pero últimamente he conocido a niñes que saben antes de los 10 años y me parece maravilloso porque es una edad plena donde una persona se construye”, señala Arlen.
Para el encargado de legislación y políticas públicas de OTD Chile, Franco Fuica, sólo falta el tema administrativo para que Arlen ejerza su derecho a la educación. “A ningún niñe de Chile se le puede negar la educación por razones de identidad o expresión de género, eso lo dice la recién promulgada Ley de Identidad de Género y la circular 0768 del Ministerio de Educación. Por eso, esperamos tener una respuesta pronto y que ella pueda vivir estos dos últimos años de liceo, en uno donde se sienta cómoda y sea respetada como una adolescente trans femenina”, expresó.