Saltar al 5G implicará multiplicar por medio millón la capacidad de transmisión de datos según lo que el clásico celular ladrillo podía hacer cuando la telefonía móvil se lanzó en Chile en 1980.
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En esa época, las llamadas de voz podían enviar no más de 2,4 kilobytes por segundo, cifra que parece un abismo comparada con el gigabyte por segundo capaz de transferir la nueva tecnología de moda en el mundo.
Por lo mismo, el 5G es el único tema del que todos hablan en el Mobile World Congress de Barcelona, la principal feria de tecnología móvil del mundo. Y allí, entre anuncios de celulares, hogares, autos y taxis voladores capaces de moverse con la nueva revolución de las telecomunicaciones, el gobierno aprovechó su vitrina para ponerse una meta: implementar el 5G de aquí a 2022.
La pregunta es, ¿qué cambiará para el usuario? En los números, el 4G, con capacidad para transportar 100 megabites por segundo, es 10 veces más lento de lo que será el 5G. Eso, dice Fernando Saiz, director tecnológico de Movistar Chile, por «el impulso del vídeo. Ahora sobre el 60% del total del consumo de datos es por ver contenido multimedia en línea».
Pero eso no es todo, ya que, al pasar los años, las ciudades irán dejando las clásicas antenas de varios metros de alto por una invasión de diminutos aparatos de no más de 20 centímetros.
Fase uno y dos
El español Enrique Blanco, director de Tecnología de Telefónica Global, es uno de los técnicos que trabajó en cómo se aplicaría el 5G en el mundo. «El 5G lo diseñamos para poder soportar densidades masivas de dispositivos conectados a la red», explica.
«Inicialmente, se va a desplegar en Europa en la banda C (3,4 a 3,7 gigahertz), y el número de emplazamientos será muy similar a la red 4G que ya tenemos», dice Blanco. Eso, porque en un principio el despliegue de la nueva tecnología se aplicará en las mismas antenas 3,5GHz y 700MHz que se licitarán en Chile. ¿Cómo? adosando otra antena de unos 60 centímetros en las estructuras ya construidas.
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«Todas deben estar conectadas a fibra óptica, porque porque cada vez los tráficos van a ser más altos y no puedes tener un cuello de botella», agrega el experto.
Eso, sin embargo, será recién la primera parte. «Dentro de 5 años el despliegue no va a tener nada que ver. Habrá frecuencias muy altas de 12 o 26 gigahertz», sostiene.
En eso coincide el ingeniero de Vodafone en el Mobile World Congress Yannick Le Pézennec. «Nosotros instalamos 4 antenas en Barcelona para cubrir un perímetro de 3 kilómetros en el centro, para hacer pruebas con un auto que recibe datos y transmite en 4K. Y ya nos estamos quedando cortos», sostiene.
Por eso, la tecnología no estará «madura» hasta 2025, cuando el alto número de personas viendo series en 4k, por ejemplo, obligue el arribo de las antenas de 26 gigahertz. Ellas, si bien soportan mucha más banda, tienen un alcance mucho menor.
«Cuando vayamos subiendo en frecuencia, no vas a poder tener la antena en una azotea, vas a tener que tenerla muy cerca de la casa del usuario. Mantendremos los emplazamientos que tenemos, pero agregando smallcells muy cerca para poder penetrar en hogares y oficinas», explica blanco.
En esa línea, Yannick agrega que esas «antenas pequeñas, en el caso de un edificio, prácticamente deberán estar una por piso. Implicará llenar la ciudad de aparatos. Será un cambio importante», agrega el ingeniero de Vodafone.
Invasión
Fernando Saiz, VP de Movistar Chile, afirma desde Barcelona que «para que funcione el 5G, es de vital importancia masificar la fibra óptica». Eso, porque las antenas de la nueva tecnología necesitarán estar cableadas a la fibra óptica para operar.
Y eso no es todo, ya que pone la alerta sobre la regulación en Chile que obliga a las operadoras a cumplir un extenso papeleo antes de conseguir el permiso para instalar antenas. Eso, según Sainz, haría imposible que se implementara el 5G a los tiempos que el gobierno quiere».
De funcionar, y una vez implementado en Chile, el 5G funcionaría con un sistema en la «nube, y de extremo a extremo». Eso, pensado en que el streaming en el país tomó mucha importancia. «Resulta llamativo que en Chile las personas usan en promedio 9,3 gigabytes, incluso superamos a Corea del Sur, que tiene 6,4 gigabytes. Ese dato habla de que el 5G en un futuro tomará mucha relevancia», cierra.