Gabriel Silber (DC) integrante de la comisión de Minería y Energía de la Cámara Baja aseguró que exigirán que las empresas eléctricas paguen el cambio de sus medidores en lugar de los usuarios.
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El diputado lo solicitó después de que una investigación de Ciper detallara que los clientes deberán costear 660 mil millones de pesos, aunque los aparatos son propiedad de cada empresa.
Silber insistió que desde la comisión reiterarán que «estos mil millones de dólares sean asumidos obviamente por las distribuidoras», ya que les parece «inadmisible» que los usuarios paguen los medidores.
«No se explica la razón lógica para que los sistemas de facturación o cobro de cualquier empresa sean compartidos con los usuarios», dijo.
El parlamentario también anunció que emplazarán a la ministra de Energía, Susana Jiménez, «a que dé explicaciones, y me imagino (a encabezar) acciones del Ejecutivo tendiente a editar este cobro que se le quiere endosar a los consumidores».
Por su parte, Estefan Larenas, presidente de Odecu, planteó en El Diario de Cooperativa que si bien «siempre uno tiene que pagar algo por un servicio, el punto central aquí es que arbitrariamente se hace esto porque en Chile nosotros, como organización o comunidad, no participamos en las decisiones que corresponden a los servicios básicos».
«Los consumidores -añadió- se van a encontrar con la enorme sorpresa de que vamos a tener que pagar nosotros un arriendo a perpetuidad simplemente porque se va a reemplazar el que ya tenemos».
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«Todo esto se está transfiriendo al bolsillo del consumidor y ese va a ser uno de los grandes temas que va a aparecer ahora en los nuevos procesos de fijación tarifaria», enfatizó.
Sin embargo, el director ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, aseguró que «no hay ningún cobro explícito por el medidor, sino que simplemente pasa a ser parte de los costos generales de la empresa y clarificados por el Estado».
«El medidor pasa a ser parte de la infraestructura general de la empresa, como son los postes, los cables, las líneas, etcétera, lo que significa una inversión muy cuantiosa que -y esto es muy importante- no va a implicar un ‘arriendo perpetuo'», explicó.