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Tras el atentado contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, los dos mayores grupos terroristas, Estado Islámico y Al Qaeda, realizaron un llamado a sus seguidores para que cobren venganza por la muerte de 49 personas en Christchurch.
Desde al Qaeda en el Magreb Islámico instaron a los «lobos solitarios» a cobrar venganza contra líderes de «la derecha extremista de los cruzados y toda persona que haya mostrado apología a esa operación cobarde».
A su vez, aseguraron que «la batalla con el Occidente cruzado es religiosa» y llamaron a los musulmanes a volver a la «tierra del islam» o a defenderse tanto a ellos como a sus mezquitas de los «movimientos de cruzados, populistas y derechistas».
El mensaje del grupo terrorista ISIS, difundido en foros, se enmarca en la misma línea, instaron a perpetrar ataques vengadores y señalaron que el tiroteo en Nueva Zelanda es un primer paso hacia la «miseria» de los musulmanes que decidieron vivir entre los «infieles».
«Las escenas de las masacres en las dos mezquitas deberían despertar a los que fueron engañados, y deberían incitar a los partidarios del califato a vengar a su religión», sentenció el portavoz del grupo yihadista, Abu Hassan al-Muhajir.
La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, respondió de inmediato a las amenazas de ISIS, aseguró que lo tomarán en serio y aseguró que las agencias del país están preparadas para responder. A la vez destacó que los familiares de las víctimas sólo buscan justicia.
«Su respuesta ha sido que lo que buscan, por supuesto, es justicia para los miembros de la familia, y eso sucederá a través de nuestro sistema de Nueva Zelanda», agregó Ardern.
