Desde hace varios meses que la diputada frenteamplista Pamela Jiles viene criticando a la Democracia Cristiana. En enero de este año acusó que la falange había votado en 27 ocasiones en la línea del Gobierno. Y la tensión se ha ido acrecentando.
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Tras la situación ocurrida con el diputado Gabriel Silber, Jiles señaló abiertamente no apoyar a un candidato DC. Es «un partido político que no ha sabido ser oposición al Gobierno de Sebastian Piñera”, aseveró en dicha oportunidad.
Nuevamente no apoyó a la DC
Y pese a que cambiaron el candidato, Jiles jamás quiso sumarse al acuerdo del Frente Amplio para apoyar al candidato de la falange.
De hecho, solo un par de horas antes de que se llevara a cabo la votación para elegir a la nueva testera de la Cámara de Diputados, la parlamentaria anticipó que no votaría por Iván Flores.
“Yo no votaré por un DC hasta que no dejen de votar por la UDI”, publicó la diputada en su cuenta de Twitter. Jiles aspiraba a que su coalición se posicionara como tercera fuerza.
La esperanza de una tercera fuerza
Antes de dicha publicación, la diputada anunció mediante la misma red social que durante la jornada “surgirá la Bancada de la Dignidad en la @CamaraDiputados. Es lo que @elfrente_amplio fue mandatado a hacer: romper la lógica binominal, actuar de espaldas al Congreso y de cara a la gente. Los que entreguen su voto a cambio de pequeñas prebendas tendrán que explicárselo a la ciudadanía”.
Y al parecer, la parlamentaria fue consecuente con sus publicaciones. “Debe la oposición actuar como tal para ser reconocida de esa manera por la ciudadania. No puede ser posible que votemos sin más por un candidato que haya votado por la UDI y se haya cuadrado con el gobierno de Piñera”, señaló.
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La amenaza de Jiles
La parlamentaria fue dura desde el minuto uno con el nuevo presidente de la Cámara. «Si él no escucha, dependerá en este caso de la DC, efectivamente, y de él como representante de la DC. Si la DC quiere seguir votando con la UDI y apoyando el gobierno de Piñera, van a tener problemas”.
“Lo que queda claro hoy, es que sin esos cinco votitos, la DC no existe en el Congreso”, añadió Pamela Jiles, destacando finalmente que los demás parlamentarios del Frente Amplio que votaron por la DC «se vendieron por tres migajas».