Imagínate que tú, un familiar o alguien que conozcas fuera grabado sin consentimiento para fines pornográficos. Esa es la plaga que está afectando a Corea del Sur, 30 hoteles tenían sus piezas plagadas con cámaras que grababan a sus pasajeros con fines pornográficos.
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Más de 1.600 huéspedes fueron víctimas de esta situación que generó más de 6.200 dólares (más de 4.100.000 pesos chilenos) en los últimos tres meses, según informó la policía.
Por el momento hay dos hombres arrestados por generar una red alrededor de este negocio, conocido como «porno coreano».
Los sujetos usaban a dos hombres más para instalar pequeñas cámaras espías en lugares tan insólitos como el inodoro. La idea es que los protagonistas no sepan que están siendo grabados.
Dicho sea de paso, es un delito y sorprendentemente lograron dar con 42 habitaciones en 30 hoteles sur coreanos. El material posteriormente terminaba en un sitio web dedicado a este fetiche.
El tema ha llegado tan lejos que incluso han existido marchas en Corea del Sur donde las mujeres están hartas de vivir con miedo de terminar siendo protagonistas del «porno coreano» o «molka».