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“Temo por mi vida”: Nahir Galarza, la joven condenada a perpetua por el asesinato de su novio, ahora atemoriza a sus compañeras de celda

Las compañeras de Galarza en la cárcel Paraná le temen a la joven de 20 años.

Nahir Galarza, la joven argentina de 20 años que ganó notoriedad mundial tras ser acusada de asesinar a sangre fría a su novio Fernando Pastorizzo, en diciembre de 2017, volvió a los medios está vez con la polémica acusación de dos de sus compañeras en el penal de Paraná en Entre Ríos, donde cumple cadena perpetua, por el temor que sienten por sus vidas.

Las compañeras de Galarza en el pabellón 9 del Penal 6, pidieron ser cambiadas de celda por que temen que la acusada de asesinar a su pareja, también las asesine a ellas, como un plan que tendría para escapar de su encierro.

La alerta la levantaron  Ludmila Soto, a quien Galarza acusó por presunto acoso sexual, y Griselda Bordeira. Ambas señalaron que temen por su vida e incluso la primera, sostuvo que Galarza planeaba ahorcar a Bordeira y fugarse.

Plan macabro

«Temo por mi integridad física, ya que en reiteradas ocasiones, cuando aún mantenía relación de compañerismo, Galarza me mencionó la intención de atentar contra la humanidad de Bordeira», dice la reclusa en el texto.

«Que iba a ahorcarla con una toalla una de esas noches, y que tenía varias alternativas para terminar con su vida, pero temo por sobre todas las cosas que la interna se autolesione, ya que en más de una oportunidad mencionó su intención de golpearse por consejo de su padre, y responsabilizar a Bordeira, ya que habían tomado conocimiento de la denuncia en su contra», añade Soto en el texto enviado a la justicia.

La joven insistió en la misiva que teme también pos su salud mental, porque el comportamiento de Galarza le impide dormir.

«Temo por mi salud psíquica, ya que no descanso lo necesario por temor a que ocurra una situación en horas de la noche, ya que Nahir no duerme, deambula por el pabellón en actitudes extrañas, como pararse sobre muebles, permaneciendo inmóvil, observando un punto fijo por largo tiempo en la oscuridad, situación que informamos al Servicio Penitenciario. Ante la falta de respuestas acordamos con las restantes dormir por turnos como una especie de guardia, para cuidarnos entre nosotras», relató.

En la carta publicada por el diario argentino Clarín, la joven además agrega que siente ser parte de un plan de Galarza para fugarse del penal.

«En reiteradas oportunidades, cuando la relación de compañerismo existía, me comentó que se encontraba arrepentida de no haber sido alojada en la unidad penal de Gualeguaychú, y solía decirme que en esta unidad penal era difícil escaparse, que ella, de no revertirse su condena, no permanecería 35 años y que lo tenía conversado con su padre».

 

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