Las formas en como se organizan las empresas, pueden ser muy variadas. Mientras en algunas compañías las estructuras estan normadas por riguroso procedimientos, hay otras que buscan innovar en su organización, tal como son las denominadas Empresas sin jefe.
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Estas compañías buscan una organización autogestionada, en donde el trabajador tenga la libertad para administrar sus tiempos y prioridades, donde pueda proponer acciones sin temer a equivocarse y tener la iniciativa para coordinarse con otros trabajadores.
Hace poco tiempo que esta tendencia se encuentra en nuestro país, y tiene como a uno de sus precursores a nivel mundial, a la empresa estadounidense de videojuegos Valve, la que desde su año de fundación (1996), es autogestionada. Allí, la decisión del proyecto al que se dedicarán a tiempo completo, pasa luego de la exposición de diferentes proyectos promovidos por un trabajador o un equipo de trabajo.
En Chile existen algunas compañías que han implementado este sistema, tal como es el caso de Grupo Cygnus, empresa dedicada outsourcing (subcontración), la que este año comenzó a trabajar íntegramente sin jefaturas tradicionales, en los equipos de Seguridad y Prevención, y en el área de Contabilidad y Facturación.
Según Leire Cosgaya, responsable de la Transformación Cultural de de Grupo Cygnus, “esto viene de una transformación cultural que nosotros estábamos buscando y que tiene en los pilares, una cultura centrada en las personas. Con esto entendemos, una cultura en la que yo empiezo a visibilizar a las personas, con toda las capacidades que tienen y les entrego más autonomía y más participación y al mismo tiempo empiezo a ser más transparente y a compartir muchas cosas más con ellos. Entonces va pasando que la gente es capaz de coordinarse entre ellos, es capaz de autogestionarse y se sienten mucho más partícipe de lo que está haciendo”
De acuerdo a como se ha llevado a cabo la implementación de esta tendencia, Cosgaya afirmó que “vamos a seguir apostando por ello, porque vemos que las personas se sienten mucho mejor, y por ende se sienten a gusto trabajando. Vienen contentos, vienen con ideas, vienen renovados y eso se traduce en personas comprometidas con lo que hacen. Al final son más productivos, porque se sienten bien, porque en el ambiente en que están se sienten vistos, donde cuenta su opinión,donde se puede participar, donde se consulta, no se impone tanto y finalmente se confía en ellos.