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Un proyectil lanzado desde la Franja de Gaza derribó en la madrugada del lunes una vivienda en el centro de Israel, causando siete heridos. El incidente hizo que el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, acorte su visita a Washington. El ejército movilizo rápidamente a soldados y llamó a reservistas, preparando el escenario para una posible gran confrontación en vísperas de las elecciones israelíes.
El cohete destruyó una vivienda residencial en la comunidad agrícola de Mishmeret, al norte de la ciudad de Kfar Saba, hiriendo a seis miembros de una misma familia. El servicio de emergencias Magen David Adom reportó que atendió a siete personas en total, incluyendo dos mujeres con heridas moderadas. Los demás, entre los que había dos niños y un bebé, presentaban lesiones menores.
El sonido de las sirenas antiaéreas despertó a los residentes de la zona de Sharon, al noreste de Tel Aviv, poco antes de las 05:00 de la mañana e hizo que se resguardasen en refugios. Después se escuchó el sonido de una fuerte explosión.
El ejército de Israel dijo que miembros de Hamas, el grupo insurgente que gobierna la Franja, dispararon el proyectil desde puestos de lanzamiento en el sur del territorio, cerca de Rafah. Era un misil de fabricación propia con un rango de 120 kilómetros (75 millas), señaló la mayor Mika Lifshitz, vocera del ejército. Dos brigadas militares se desplegaron en la frontera de Gaza y se realizó una convocatoria limitada de reservistas, agregó.
La vivienda familiar de Mishmeret quedó en ruinas, con azulejos, muebles rotos y escombros esparcidos por las inmediaciones. Entre los restos había una cuna de bebé destrozada y dos perros de la familia murieron en la explosión.
«Es un milagro que nadie haya muerto”, señaló Assi Dvilanski, un paramédico de Magen David Adom que fue uno de los primeros en acudir al lugar.
Netanyahu, que estaba en Washington para reunirse con el presidente Donald Trump, mantuvo reuniones de emergencia con responsables militares en Israel y decidió acortar su visita a Estados Unidos, cancelando su intervención en una conferencia del grupo de cabildeo proisraelí AIPAC y reuniones con líderes del Congreso.
«Ha habido un ataque criminal contra el Estado de Israel y responderemos con contundencia”, dijo. «En unas horas me reuniré con el presidente Trump. Regresaré a Israel inmediatamente después”.
Anticipando una contundente respuesta israelí, al parecer los líderes de Hamas en Gaza se habrían ocultado. Testigos dijeron haber visto como Hamas evacuó a su personal de las instalaciones gubernamentales. El grupo anunció además que su jefe en la Franja, Yehiya Sinwar, canceló un discurso en público. Israel cerró además los principales cruces al territorio palestino e impuso restricciones a la pesca en la costa gazatí.
El ataque se produjo 10 días después del lanzamiento de cohetes hacia Tel Aviv, la capital comercial y densamente poblada de Israel. En ese momento, el ejército respondió bombardeando Gaza y las partes parecían encaminarse a una nueva confrontación. Sin embargo, los líderes de Hamas, el grupo insurgente que gobierna Gaza, dijeron que el proyectil se disparó en forma accidental y se restableció la calma.
Nadie se atribuyó de momento la autoría del incidente del lunes, pero parecía mucho más difícil justificarlo como un nuevo error.
Un posible desencadenante pudo haber sido el motín carcelario registrado en el sur de Israel el domingo en la noche, cuando reos afiliados a Hamas apuñalaron a un guarda en el cuello. Los guardas israelíes actuaron para someter a los disconformes, hiriendo a una docena de presos, tres de ellos de gravedad. En un comunicado, Hamas pidió el final de la represión.
Gaza está controlada por Hamas, que pretende la destrucción de Israel y posee un gran arsenal de proyectiles y misiles capaces de adentrarse en territorio israelí. En el territorio están radicados otros grupos insurgentes, como Yihad Islámica, una organización armada financiada por Irán que tiene también un formidable arsenal de cohetes.
Israel y Hamás mantienen una amarga rivalidad y se enfrentaron en tres guerras desde que el grupo tomó el poder en el territorio palestino en 2007. Desde su último gran enfrentamiento en 2014, entre los dos bandos han surgido rices esporádicos.
El nuevo incidente llega en un momento delicado para ambas partes. Israel celebra elecciones nacionales en 15 días con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, inmerso en una ajustada carrera para su reelección.
En Gaza, Hamas ha recibido inusuales críticas por las duras condiciones de vida en el territorio. El bloqueo impuesto por Israel y Egipto tras su llegada al poder, sumado a las sanciones de la rival Autoridad Palestina y a la mala gestión del gobierno gazatí han avivado la crisis económica en la zona. Los residentes tienen pocas ganas de otra guerra con Israel.
