El Arzobispado de Santiago no apelará a la resolución de la Corte de Apelaciones de Santiago que ordenó a la Iglesia a pagar $100 millones a tres demandantes por el caso Karadima y destacó que falló no indica encubrimiento.
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«El Arzobispado de Santiago comunica formalmente que no recurrirá en contra de la sentencia dictada, y procederá a darle pleno cumplimiento en cuanto se encuentre firme», dice parte del breve comunicado que emitieron.
En el texto, la Iglesia metropolitana se refirió a la determinación de parte del Tribunal de Alzada de acoger la demanda presentada contra el Arzobispado de Santiago por parte de Juan Andrés Murillo, James Hamilton y Juan Carlos Cruz.
Según el texto, para el Arzobispado el dictamen es un paso importante para aplicar la justicia, destacando además de que el fallo no determina que hubo encubrimiento por parte de la Iglesia.
«Este fallo marca un paso importante en nuestro proceso de reestablecer la justicia y la confianza en nuestra Iglesia de Santiago, porque apunta directamente a las falencias que tuvimos en este caso», sostiene el Arzobispado, puntualizando que «si bien el fallo excluye que haya habido encubrimiento de los abusos por parte del Arzobispado, la resolución atribuye responsabilidad a la institución por los errores que hemos reconocido desde un comienzo: la forma en que se tramitaron las denuncias presentadas por los demandantes, la inadecuada valoración de las mismas y la falta de acompañamiento a las víctimas», sostuvieron.
De acuerdo al veredicto, la el Arzobispado de Santiago se hace «necesario hacer reformas profundas para evitar que errores como éstos se vuelvan a cometer», dice en su parte final el comunicado de la Iglesia Católica.
