Para muchos causó impacto y simpatía. Cuando apareció la campaña del Ministerio de Medio Ambiente, «Dúchate en 3», fueron varios los que aplaudieron desde las redes la iniciativa de gobierno por el ahorro de agua doméstica. Sin embargo, ese ánimo positivo no fue tal para algunos expertos.
PUBLICIDAD
Que no apunta a lo importante, que hace parecer a las personas como un factor a considerar en las zonas de sequía en Chile, que no toca los temas que tienen que tocar, son parte de los cuestionamientos. Incluso algunos sacan cálculos, como el caso del Ingeniero Acuicultor de la empresa consultora Bitecma, César Pedrini.
«Cuando vi la campaña, algo me hizo ruido, por eso decidí ponerme a sacar los números. Cuánto realmente era el efecto de las personas». Los problemas del manejo hídrico en Chile no son nuevos. Causaron especial relevancia cuando se constató que estamos en la peor sequía de los últimos cien años, mientras que el tema tomó ribetes superiores cuando explotó el caso de Petorca, zona de Chile donde la plantación de paltos literalmente dejó a sus habitantes sin agua.
«Al enfocarlo en el público, en las duchas, te hacen sentir a ti culpable. Parece que gracias a ti se podrá hacer un gran ahorro y con eso ganamos todos, y al fin y al cabo no es tan así. Si se quisiera ganar con el consumo, se debería atacar al real problema y no somos nosotros, sino que la agricultura forestal. Me parece genial que eduquen a la gente en el ahorro, pero deberían entregar todo el panorama», opina el experto.
Según datos que maneja Medio Ambiente, una ducha de 10 minutos gastaría hasta 200 litros. Por lo tanto, explican, rebajar los tiempos a 3 minutos permite, al menos, reducir el consumo en 30 litros cada vez. Es uno de los motivos por los cuales realizaron la campaña. En Mercado Público, la última campaña publicitaria del Ministerio costó $47 millones, y la empresa asociada confirmó su participación en ella. Eso sí, desde Medio Ambiente rectificaron diciendo que el monto señalado no hace alusión a la campaña como tal, ya que fue hecha por el propio equipo de la cartera.
Esa cifra, no obstante, se empequeñece cuando se agregan todos los factores a la ecuación, al punto de que según los cálculos de Pedrini, si la campaña de la «ducha en 3» es un «exitazo», el ahorro total del agua en Chile sería de apenas un 0,08%.
En cifras
El estudio «Radiografía del Agua: Brecha y Riesgo Hídrico en Chile», da cuenta de que del total de agua dulce que se utiliza en Chile, sólo el 2% corresponde a agua potable y saneamiento. Eso es crucial para el ingeniero: según calcula, apenas el 37% de ese pequeño porcentaje es de uso doméstico -el resto se usa en industrias, comercio, instituciones públicas y las pérdidas-. De esa fracción restante, cerca de un tercio (34%) correspondería a las duchas.
PUBLICIDAD
En base a esa ecuación, y considerando que el 50% de la población chilena se suma a la campaña, el resultado de ahorro potencial es inferior al 1%.
En esa línea también está el hidrólogo Pablo García, académico de la U. de Arizona y miembro del Programa Hidrológico Internacional de Unesco. «Esta campaña se enfoca en disminuir el menor consumo de todos. La agricultura se lleva más del 80%, por lo que si se pretende solucionar el problema, se deben enfocar los esfuerzos en la eficiencia agrícola, mediante riego tecnificado, hidrogeles y una buena planeación territorial», plantea García.
De hecho, el experto señala que en estudios internacionales, el verdadero «enemigo doméstico del agua» son los jardines, zona que se ha relevado poco en la discusión. «Está muy bien que el Gobierno trate de disminuir las duchas, pero el problema mayor radica en el consumo agrícola y minero. Por ende, se deben crear políticas que bonifiquen prácticas eficientes en esos rubros, para así ser un Chile eficiente y sustentable», afirma el hidrólogo.
Humor
No todo son sombras para la campaña. Cristián Leporati, director de la Escuela de Publicidad de la Universidad Diego Portales, es uno de los que la aplaude.
«Yo la rescato. Es súper importante sensibilizar sobre el recurso escaso, que es el agua. Aparte hace mucho tiempo no veía a una ministra ser parte de un spot con humor. En Chile y el mundo las campañas gubernamentales son tristes, apocalípticas, y por ese lado también es interesante», asegura Leporati.
Dicho eso, el publicista señala que lo único que se podría reprochar comunicacionalmente, es que la campaña «no aborde los temas mayores». «Se podría criticar como un gobierno de verdad afronta la crisis. Pero en el fondo, a la persona que le hace sentido la campaña y sí se ducha más rápido, también puede ser la persona que podría tomar decisiones en una forestal, en una minera. Eso es muy simbólico», cierra.