El Desaguadero es un pueblo en la frontera de Perú y Bolivia que una a ambos países a través de un puente que cruza el lago Titicaca. También es, como destapó la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen boliviana (Felcc), un centro de contrabando de farmacéuticos. O eso hasta que fueron descubiertos.
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Se trata de medicamentos falsificados y adulterados que eran despachados al lugar desde Ecuador, Perú, Colombia y Uruguay y eran distribuidos por todo el país. “La investigación no se limita a La Paz, sino que se trasladaba mucho más allá, incluso sobrepasa las fronteras de nuestro país entonces. Estamos haciendo una investigación más grande, haremos otros operativos a nivel nacional”, explicó a la prensa boliviana William Alave, fiscal departamental de La Paz.
Harina y maicena en remedios de Bolivia
Lo curioso del caso era la forma de intervenir los remedios. Las pastillas eran rehechas y mezcladas con harina, azúcar molida, bicarbonato y colorantes. Los elementos incautados tenían un valor de 400 mil dólares y se distribuía en ocho depósitos del Desaguadero.
Sin embargo algo ética tenían los falsificadores, puesto que no intervenían los medicamentos para tratar enfermedades de alto costo económico. De la misma forma dejaban intactos a los remedios para realizar abortos clandestinos.
“Es un delito envasar medicamentos sin cumplir los protocolos de salud, al igual que comercializar los que ingresan por contrabando. Lo que llamó la atención es que en el operativo, con 10 detenciones, también se aprehendió a dos farmacéuticos que compraban los fármacos para sus farmacias en La Paz”, señaló el director de la Felcc.
Medidas en Bolivia
Desde la institucionalidad la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud (Sedes) tomó medidas. Ordenó inspeccionar en primera instancia a las regiones para la verificación inmediata la comercialización. También para hayar la dispensación de los remedios.