Un 5% de ahorro en electricidad. Ese es el principal escudo del gobierno para defenderse de las críticas por la implementación en todo Chile de los nuevos medidores inteligentes. La tesis, sin embargo, sería una verdad a medias, según expertos.
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Según una proyección que realizó Publimetro, la factura al final del mes en un régimen de tarifas variables, que vendrá acompañado con el nuevo medidor, incluso podrían ser más alto que el convencional.
«Los ahorros se generan siempre y cuando se adecue el consumo a los horarios más baratos», dice Raimundo Bordagorry, Académico de Ingeniera y Ciencias de la UDP.
Las tarifas variables con horario valle y punta ya se usan en Europa. En España, por ejemplo, por norma la tarifa regulada de luz explicita que el valor tradicional por kilowats es de 0,14 euros. En cambio, si se rige por horarios diferenciados, la tarifa punta -entre 12.00 y 23.00- tiene un costo de 0,16 euros y la tarifa valle de 0,09 euros.
Si se lleva a pesos chilenos, el cálculo habla de que un hogar tradicional que consume, en este caso, 300 kilowats al mes, donde 80 de ellos se producen durante la hora valle y 220 en horario punta, el resultado es llamativo. Una boleta tradicional costaría unos $32.700, ¿y con la tarifa variable? Sorpresa, porque la factura sería de $33.100.
Nuevos hábitos
El doctor Juan Luis Palma, académico de la Facultad de Ingeniería de la U.Central, señala que la tecnología «per se» no implicará un ahorro si no se cambian ciertos hábitos. «Para forzar menos el sistema, se debería dejar lavando de noche y tender en la mañana. Planear que es lo que va a comer y sacar las cosas de una vez y no sacarlo a cada rato. La lavadora y el refrigerador son lo que más consumen. Los hornos eléctricos también gastan, hay que usarlos en su justa medida», aconseja.
«Con esta tecnología uno puede hacer mejor gestión para tomar mejores decisiones, te permite más herramientas. El problema es que llegó, la implementaron y la gente no tiene la información. Además se dejó en evidencia la forma de hacer política pública de las empresas eléctricas, se dejó en evidencia la falla de ese mercado», opina.