La duquesa de Sussex, Meghan Markle, es bien conocida por sus mensajes de empoderamiento a las mujeres. Desde muy pequeña ya mostraba sus ímpetus por hacer justicia para las mujeres y eso lo ha seguido haciendo tras casarse el 19 de mayo de 2018 con el príncipe Harry.
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Pero según la experta en temas de realeza y autora del libro Harry: Life, Loss and Love, Katie Nicholl, hay algo de lo que Meghan no podrá hablar, a menos que esté dispuesta a meterse en problemas con su nueva familia real: de política.
La reina Isabel ha sido muy estricta en preservar las reglas centrales de la realeza británica, siendo una de ellas la prohibición que tienen todos sus miembros de hablar sobre temas políticos públicamente.
«No hay ningún problema con Meghan hablando sobre temas de feminismo, justicia social e igualdad, pero si empieza a ser política, estará en el agua caliente», dijo Nicholl.
Políticamente neutrales
«La reina es políticamente neutral. Ella espera que su familia haga lo mismo», añadió la escritora.
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Los miembros de la familia real no pueden influir en la opinión política, pero en 2016, la ahora duquesa Meghan apoyó la candidatura de Hilary Clinton a la presidencia de los Estados Unidos.
Meghan Markle además ha trabajado como embajadora de Mujeres de las Naciones Unidas y de la organización benéfica World Vision.
No obstante, las reglas de la realeza no han impedido que tanto Meghan como Harry sean activistas en pro de la defensa por los derechos humanos y por la protección del ambiente.