No sólo el Instituto Nacional decidió transfromarse en mixto, sino también otro establecimiento emblemático: el Liceo 7 de Providencia, que luego de 77 años de existencia decidió cambiar. El Consejo Escolar, integrado por estudiantes, apoderados, docentes y personal de apoyo, aprobó la medida luego de una votación considerada como “histórica” por la comunidad educativa.
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Según la municipalidad un 57,5% de las alumnas votó en favor y 30% en contra. Entre los padres y apoderados, 39,1% optó por el cambio a mixto y 29,6% se opuso.
Por el contrario, 44,2% de los docentes ratificó la transición y 45,7% la rechazó. En el caso de los asistentes de la educación, 83,3% se mostró en contra de que el recinto sea mixto. También estuvieron a favor el sostenedor (la Corporación) y la dirección del colegio, con lo que se llegó a la mayoría en favor del paso a mixto.
Luego de la votación la propuesta deberá ser evaluada por la Corporación de Desarrollo Social, entidad encargada de administrar los recintos educacionales en la comuna.
“Nos enteramos de una histórica noticia: que el Liceo 7 de Providencia nos solicitará el inicio del proceso para transformar a este emblemático liceo en mixto. Respetamos esta determinación, la cual nació de la propia comunidad escolar. Trabajaremos para que esta solicitud sea aprobada y muy pronto tengamos a niños estudiando y jugando en los patios del Liceo 7”, señaló a La Tercera, la alcaldesa, Evelyn Matthei.
Más cambios
Ahora basta que la Corporación de Desarrollo Social de Providencia decida desde qué año se aplicará la medida y a partir de cuál curso.
Marcela Catoni, presidenta del Centro de Alumnas del Liceo 7, afirmó a La Tercera que la decisión fue adoptada por las estudiantes en el marco de “las políticas de educación no sexista que tenemos que llevar adelante”. Agregó que la meta es “poder sensibilizar a la comunidad. Tener un liceo mixto sirve para la construcción de una sociedad igualitaria”.
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La dirigenta estudiantil hizo notar que el establecimiento deberá cambiar de nombre de inmediato para hacerlo más inclusivo, pues la denominación “de niñas” deja fuera a los futuros alumnos.
Por su parte Magdalena Vergara, directora de Acción Educar, valoró la adopción de este tipo de decisiones. “Se debe aclarar que no habrá grandes cambios en los resultados académicos. No se puede decir que un colegio es mejor o peor por ser mixto o monogénero”, precisó.