A un mes del inicio de las clases, aún hay 5.721 niños que todavía no inician su año escolar, en rechazo a la asignación que les dio el Sistema de Admisión Escolar (SAE), según explica el Ministerio de Educación.
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Se trata de alumnos de 15 regiones del país, donde Valparaíso es la zona que lidera el listado, con 870 niños. «El descontento que ha provocado el SAE se explica por lo injusto que les parece a las familias que prime el azar por sobre otras consideraciones», explica la ministra Marcela Cubillos. Eso sí, el número significa sólo el 2% del total de quienes postularon por el sistema (274.929 estudiantes).
La solución la está analizando caso a caso las seremi de cada una de las regiones contactando a las familias de los niños para entregarles alternativas. Como convencerlo que ingresen al colegio asignado y el entregarles más opciones de colegios con vacantes.
«Nos ha pasado que, aunque hayan cupos, la familias no quieren matricularlos, porque el establecimiento no los satisface. Lo que estamos haciendo es reunirnos con los padres, llamarlos por teléfono», dijo a El Mercurio el seremi de La Araucanía, Juan Luis Salinas.
El seremi agrega que hay vacantes de sobra, «por lo tanto no es ese el problema. es el establecimiento en el que los padres quieren tener a sus hijos». Situación que es respaldada por las cifras, ya que a nivel nacional hay 257 mil cupos en colegios adscritos al SAE. Por ejemplo Coquimbo, que es una de las zonas con más niños sin matrícula hay 30 mil cupos.
Sin embargo para el académico de la U. Diego Portales, Gonzalo Muñoz, la responsabilidad no es sólo del sistema. «Es una responsabilidad compartida entre quienes usan el sistema y quienes lo implementan».
El académico agregó a El Mercurio que lo relevante es el derecho a la educación de los niños y que este «se está poniendo en riesgo por stos problemas de implementación».
Muñoz advierte sin embargo que «no es responsable seguir insistiendo en que es legítimo no matricular a los niños. No es entendible ni aceptable. Si bien las familias tienen derecho de participar, no tienen derecho a dejar sin educación obligatoria a sus niños».