El Senado argentino aprobó una ley que considera el acoso a las mujeres en la calle y en espacios públicos como una forma de violencia de género.
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“La mayoría de las mujeres hemos sido víctimas de acoso sexual callejero por parte de varones que tratan a las mujeres como simples objetos de deseo”, afirmó antes de la votación la presidenta de la Comisión de Banca de la Mujer, Norma Durango.
La ley
La norma aprobada por unanimidad la noche del martes introduce la definición de este tipo de acoso en la Ley de Protección Integral a las Mujeres, que considera otros tipos de violencia contra la mujer como la doméstica, laboral e institucional. La Cámara de Diputados ya había aprobado la iniciativa en 2017.
Esta ley considera esta violencia como “aquella ejercida contra las mujeres por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público, como medios de transporte o centros comerciales, a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual” que dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia o generen un ambiente hostil.
Además, establece que el Instituto Nacional de la Mujer deberá crear una línea telefónica gratuita para dar contención y asistencia a las víctimas e insta a las fuerzas de seguridad a proteger a las mujeres cuando sean hostigadas. No establece penas diferenciadas para este delito.
Acoso callejero en Argentina
El Observatorio de la Violencia Contra las Mujeres Ni Una Menos indicó que 100% de las mujeres que residen en Argentina experimentaron algún tipo de acoso a lo largo de sus vidas.
Las denuncias por acoso sexual callejero ante la justicia de Buenos Aires aumentaron más de 50% en 2018 con respecto al año anterior.
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La ley fue aprobada en un contexto de creciente movilización en contra de la violencia de género y la defensa de los derechos de las mujeres. La penalización del acoso sexual en espacios públicos ya estaba incorporada al Código Contravencional de la ciudad de Buenos Aires desde hacía años.
A fines de 2018 se sucedieron en Argentina múltiples denuncias de mujeres que dijeron haber sido víctimas de acoso y abuso sexual en el mundo del espectáculo, la política y el ámbito escolar y se multiplicaron los pedidos de ayuda de mujeres anónimas a instituciones y líneas de teléfono de asesoramiento.
La creciente concientización sobre la violencia de género tiene sus raíces en el movimiento que surgió en 2015 en Argentina en contra de las agresiones machistas y por iguales derechos que los hombres, que ha convertido al país en pionero en la materia a nivel regional.