El Senado aprobó la idea de legislar del proyecto que modifica el tratamiento de las penas por los delitos de robo y receptación de vehículos motorizados o de los bienes que se encuentran al interior de estos, más conocida como «ley antiportonazos».
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Asimismo, los parlamentarios se allanaron a acoger diversas propuestas de perfeccionamiento durante el debate en particular, como por ejemplo, precisar las sanciones asociadas al delito de receptación, el robo por sorpresa y el robo por intimidación en el caso de quebradura de vidrios, así como evitar que ocurra la venta de vehículos robados o adulterados, entre otros temas.
Además, se abrieron a denominar este texto legal como «Ley Fabián», en memoria del joven de 22 años, Fabián González Arévalo, quien falleció producto de un violento portonazo, en enero de este año, cuando llegaba a su vivienda en la comuna de Estación Central junto a su madre.
«El joven recibió impactos de bala pese a que no ofreció resistencia alguna y sin mediar conversación alguna con los delincuentes», recordó el senador Alejandro Guillier.
Familiares de la víctima presenciaron el debate desde las tribunas y propusieron denominar esta ley en honor a su hijo, «como una forma de resacir el dolor y generar una identificación con las víctimas que tienen rostro».
En síntesis, el texto legal pretende desincentivar el uso o la reducción de los vehículos motorizados que sean despojados a las víctimas mediante violencia o intimidación, como asimismo dotar a éstas de garantías procesales en orden a que los perpetradores de los delitos serán sancionados en correspondencia con la gravedad de estos ilícitos, para lo cual aumenta su penalidad.
En ese entendido, propone también la creación de un registro especial de vehículos motorizados objeto de denuncias de robo o hurto.