Luego que se difundiera el video del momento en que se le informa al ex presidente de Perú Alan García sobre su detención, una serie de cuestionamientos se ha realizado a la policía y la Fiscalía por la forma en que llevó a cabo el procedimiento.
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En las imágenes se podía ver al ex mandatario con un revolver en el bolsillo mientras recibía desde la escalera a los policías y al fiscal que iban a proceder a arrestarlo en el marco del caso de corrupción Odebrecht.
Luego, el ex mandatario decide subir a su habitación y en el camino saca un arma colt con su nombre grabado de su bolsilló, gesto aparentemente no percibido por las autoridades.
García entra a su pieza y se encierra, acto seguido un oficial lo sigue y toca la puerta, ya cerrada con llave. El ex presidente se excusa señalando que hablará con su abogado, sin embargo, habría hablado con su esposa, Roxanne Cheesman. Pasan unos minutos y se da un disparo en la cabeza.
El actuar de los responsables del operativo fue ampliamente cuestionado por dejar ir al ex mandatario siendo que tenía orden de detención y por presuntamente no percibir que portaba una pistola.
Desde el gobierno peruano negaron que el procedimiento fuera negligente y afirmaron que se aplicó «rigurosamente» el protocolo establecido.
“Nosotros, como gobierno, tenemos que puntualizar que no ha habido negligencia policial ni abuso, sino que se ha aplicado rigurosamente un protocolo establecido en la ley y el acatamiento de una resolución judicial”, indicó el ministro del Interior, Carlos Morán.