El año pasado Javiera Simunovic no conocía el término «nanoinfluenciadora», si conocía a los influenciadores chilenos que sigue en Instagram. Como cualquier joven de 22 años, pasa gran parte del día en redes sociales.
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La estudiante de periodismo no es experta en marketing, ni tampoco es famosa, sin embargo fue seleccionada por el equipo de Garnier Chile para promocionar sus productos.
“Fui influenciadora de Garnier el año pasado y que me gustó. Nunca pensé que podía hacer esto; fue muy raro todo, un día me mandaron mensajes por Instagram, me dijeron que buscaban gente de mi perfil”, afirmó la joven.
Pero, ¿qué significa el término nanoinfluenciador (a)?
Los “Nanoinfluencers” ocupan un nuevo lugar en la jerarquía de Instagram, por debajo de las celebridades y personas influyentes, pero por encima del anonimato. Son personas comunes y corrientes que son activos en las redes sociales. Generalmente poseen entre 800 y 3.000 seguidores y su credibilidad es muy alta.
A pesar de no ser personajes famosos, como artistas, deportistas o cantantes, son capaces de influir y generar empatía en las personas que los siguen.
Si bien esta forma de marketing llegó hace poco a Chile, en Europa y Estados Unidos existen desde 2016. Tomás Collados, CEO y fundador de Frisbi Marketing, declaró al portal Ahora Noticias que con los nanoinfluencers “se puede microsegmentar al máximo nivel y así optimizar el presupuesto para llegar con el contenido exactamente donde la marca lo necesita y no malgastar presupuesto en seguidores que no son del target».
Collados también declaró que el impacto que está ganando esta nueva modalidad es de grandes proporciones, por lo que estima, y según los datos que maneja su agencia, que el crecimiento de los nanoinfluenciadores en 2019 llegue cerca del 200% para este 2019, es decir unas 2.400 influencers.
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¿Cuánto gana un nanoinfluenciador(a)?
Javiera no ganaba millones como Kylie Jenner, quien hasta el año pasado cobraba un millón de dólares por publicación en su Instagram promocionando un producto, ni tampoco plata a cambio de publicitar productos, más bien se trata de un intercambio: una publicación a cambio del producto.
“Me di cuenta que era una forma de obtener cosas, en el caso de Garnier, está bien no ganaba dinero, pero iba a eventos y más marcas se empezaban a fijar en mí”, manifestó la joven que cuenta con 618 seguidores en Instagram.
Más allá de retratarse con el producto, la estudiante no hace mayores esfuerzos para promocionar una crema capilar o cualquier artículo de la marca, pero sí aclaró que al momento de capturar la fotografía se preocupa por cada detalle que la rodea.