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Estas son las terribles enfermedades que más preocupan a la Organización Mundial de la Salud actualmente

Esta lista es protagonizada por las enfermedades que están provocando emergencias a nivel global y que más estragos están generando en las personas.

Durante los últimos siglos la medicina ha avanzado a pasos gigantescos. Gracias a la ciencia, nuestra expectativa de vida pasó de ser no más de tres décadas en la Edad Media a ser de 72 años en la actualidad. Hoy disfrutamos de eso debido a unas mejores condiciones de vida entre las que se incluye la prevención y tratamientos de enfermedades que antes generaban estragos en nuestros cuerpos.

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No obstante, que una parte acomodada de la humanidad esté gozando de buena atención médica no quiere decir que en todo el planeta ocurra lo mismo. En los países con economías más vulnerables y aquellos en guerra son propensos a vivir verdaderas epidemias de enfermedades que se creían controladas. Si bien organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) están haciendo todo lo posible por prestar la ayuda necesaria, resolver este tipo de problemas no es tan sencillo.

Particularmente hay un grupo de enfermedades que están siendo muy complicadas de erradicar. Estas son el principal foco de atención de la OMS, la cual tiene planes muy concretos para reducir el número de infecciones en lo posible. El siguiente es un listado que muestra gran parte de las preocupaciones de la institución en cuanto a enfermedades:

Cólera

El cólera es una infección diarréica aguda que apareció por primera vez en el siglo XIX en el delta del río Ganges. Se produce por la ingestión de agua o comida contaminada por la bacteria Vibrio cholerae. Esta es particularmente difícil de controlar en regiones de escasos recursos. La razón de esto es que se requiere que las personas tengan acceso a fuentes de agua potable no contaminada y buenas condiciones de higiene, lo que casi siempre suele faltar en barrios pobres.

A lo largo de su historia ha generado seis pandemias que mataron millones de personas en todos los continentes. Actualmente más de 1’200.000 de personas de 34 países sufren de la enfermedad. Esta, de no ser tratada, puede generar una diarrea tan grave que termine deshidratando hasta la muerte al paciente en cuestión de horas.

Más de 30 millones de vacunas contra la cólera se han repartido en el mundo. Sin embargo, todavía hay muchas personas en riesgo grave de padecer este mal.

Cólera (Jack Taylor/Getty Images)

Ébola

Hace algunos años el mundo quedó alarmado por gran difusión que tuvo el ébola. Numerosos gobiernos expresaron su preocupación y planes de seguridad para que la enfermedad no terminara siendo un problema en sus países. Afortunadamente la gran epidemia que hubo entre el 2014 al 2016 acabó sin afectar tantos territorios como se esperaba.

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Se supo que la primera vez que el ébola se manifestó en humanos fue por una transmisión hecha por animales. Solo es tener contacto con la sangre, fluidos, secreciones de un individuo con el virus para llegar a ser infectados. Es por eso que incluso los profesionales de la salud también terminaban siendo contagiados.

El virus del ébola puede tener una mortalidad de entre 50 y 90%. Todavía no se ha encontrado forma para neutralizar completamente el virus. Por lo tanto, es urgente que se cree un posible tratamiento que ayude a neutralizar el virus.

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Influenza

También conocida como gripe, esta enfermedad da muchos problemas al estar sujeta a los cambios de clima. Además, tiene tantas variedades que producen síntomas similares que se puede convertir en un dolor de cabeza. Por ejemplo, dentro de este grupo está el AH1N1, responsable de una pandemia en el 2009.

Ya estamos familiarizados con sus síntomas: fiebre, dolor de cabeza, nariz atascada, toz, dolor de garganta, etc. Se sabe que al año se contraen entre 3 a 5 millones de casos de influenza. De estos, entre 200.000 y 650.000 desembocan en muertes por problemas respiratorios. Las defunciones ocurren principalmente en personas mayores de 65 años.

La conocida triple viral en teoría es capaz de mantener a raya la influenza (aunque no todas sus variedades al 100%). Sin embargo, los grupos antivacunas han hecho más difícil su aplicación.

Sarampión

Meningitis meningocócica

Otra de las enfermedades serias de esta lista es la meningitis meningocócica. Este complejo nombre hace referencia a una infección bacteriana grave de las membranas que rodean al cerebro y la médula espinal. Naturalmente esto pone en grave peligro al sistema nervioso central. En un 50% de los casos esta resulta ser mortal, y aun así tiene altas probabilidades de dejar secuelas de por vida.

Hay una zona en África subsahariana denominada «El Cinturón de la meningitis». Esta comprende desde Senegal hasta el este de Etiopía y allí se reportan al año 30.000 nuevos casos.

Su transmisión se da por contacto cercano con personas infectadas a través de besos, estornudos, o usar los mismos cubiertos. Después de un periodo de incubación de 2 a 4 días, puede generar en el paciente fiebre elevada, confusión, cefalea y vómitos. Su tratamiento siempre se da por urgencias ya que peligra gravemente la vida de la persona. Eso sí, existen vacunas tanto para prevenirla como para responder a brotes.

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Infección por Virus Nipah

La primera vez que se escuchó de la Infección por Virus Nipah (VNi), esta ocurrió en Kampung Sungai Nipah en Malasia, en el año 1998. Se trata de una zoonosis que usualmente es transmitida por el murciélago frutero Pteropus poliocephalus, mejor conocido como zorro volador. La enfermedad llegaba rápidamente a las personas del sudeste asiático al consumir frutas y dátiles contaminados por los murciélagos.

Los síntomas producidos por la infección por virus Nipah se encuentran en un amplio rango de posibilidades. Entre estos está la infección respiratoria severa, encefalitis que puede ser fatal, así como fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, conciencia alterada, etc.

Su tasa de letalidad puede variar entre 40% y 75%, dependiendo de la atención médica que se preste. No obstante, lo más grave de esta enfermedad es que todavía no hay vacunas ni medicamentos para un tratamiento efectivo contra ella.

Nipah

Fiebre del Valle Rift

Esta es otra de las enfermedades dentro de la categoría de zoonosis. Sin embargo, si bien esta puede ser contagiada a los seres humanos; sus efectos no son tan notorios en las personas como ocurre en animales como las vacas, las ovejas, las cabras o los camellos. Esto puede producir una gran mortalidad entre estos animales, generando grande pérdidas económicas. Por ejemplo, las ovejas en estado de gestación tienen un 100% de sufrir un aborto.

Las formas de contagio a los humanos son muy específicas. Esta se da a través de contacto directo con sangre u órganos internos de los animales. Por lo tanto, los granjeros, pastores y veterinarios son particularmente vulnerables a esta afección.

Las personas pueden sufrir dos formas de Fiebre del Valle Rift. La más leve produce cefalea y dolores musculares, así como sensibilidad a la luz y vómitos. Siendo así, normalmente se confunde con una meningitis, pero esta afortunadamente genera una respuesta inmunitaria a los pocos días. La forma grave ocurre del 0,5% al 2% de los casos y puede producir daños permanentes en la visión, meningoencefalitis con sus respectivos daños neuronales y fiebre hemorrágica.

Valle del RIft (Oli Scarff/Getty Images)

Fiebre amarilla

De todas las enfermedades mencionadas, esta es la que se nos hace más familiar. La razón es que las personas que viven en las zonas tropicales de África y América son las más expuestas, lo que las ha convertido en foco de atención para campañas de vacunación.

Sabemos que el virus que produce este mal es transmitidos por mosquitos como el  Aedes y el Haemogogus. Una vez transmitido, tiene un periodo de incubación de tres a seis días seguidos de los síntomas (si es que se manifiestan). Estos implican fiebre, dolores musculares, pérdida de apetito y vómitos. Esta normalmente desaparece de tres a cuatro días después, pero cierto porcentaje entra a una segunda fase más grave. En esta se ven afectados órganos como el hígado y los riñones, lo que produce color amarillento en ojos y piel. Además, la orina se torna más oscura y se producen hemorragias nasales, orales, oculares o gástricas. La mitad de las personas que entran en esta segunda fase terminan muriendo.

Afortunadamente una sola dosis de la vacunación protege a cualquier persona de por vida. No obstante, esto no ha evitado que en 2013 al menos entre 84.000 y 170.000 casos graves se dieran en el mundo. De esto hubo entre 29.000 y 60.000 muertes.

Fiebre amarilla

Mención honorífica: Sarampión

Los datos históricos señalan que antes el sarampión cobraba la vida de al menos dos millones de personas al año. Afortunadamente la vacuna contra esta terrible enfermedad fue creada en 1963, y estimaciones han señalado que esta ha salvado desde entonces unas 20,4 millones de vidas.

Eso no quiere decir que ya no muera gente a causa del sarampión. Todavía hay miles de niños que mueren al año porque no han tenido acceso a un vacuna en su vida.

¿Pero qué pasaría si no se vacuna a un niño por voluntad propia? De hecho, esto es lo que está ocurriendo actualmente en el mundo gracias a los movimientos antivacunas. Debido a eso, por más increíble que parezca, nuevos brotes están apareciendo en países como Estados Unidos.

Si bien la propia OMS no ha lanzado una alerta, sí ha mencionado con anterioridad su preocupación sobre los movimientos antivacunas. Además, las autoridades sanitarias estadounidenses han hecho un llamado por la gravedad de la situación. Se reporta que en lo que va de 2019 se han registrado ya 695 casos de sarampión, cifra récord desde que la enfermedad fue controlada en el país en el año 2000.

Se ha llegado a hablar de esta situación como «una emergencia pública de salud». La cosa podría empeorar, pues el New York Times señaló que en Estados Unidos hay uno 2,5 millones de niños sin vacunar. Claramente esto los expone a enfermedades que se creían controladas como el sarampión.

Sarampión (Mark Kegans/Getty Images)

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