Varias son las etapas quese deben enfrentar a la hora de conseguir un empleo. La entrevista laboral, una sicológica a veces, demostrar las capacidades que te hacen apto para el puesto son algunas de ellas. Pero antes incluso de llegar a ese punto, no hay que equivocarse en algo primario: la postulación.
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Seguir correctamente las instrucciones, realizar una postulación específica en cada oferta laboral y cuidar la ortografía son algunos de los elementos a considerar al momento de solicitar un empleo.
De esta manera, cuando estamos en proceso de búsqueda de trabajo, la atención al detalle es fundamental, ya que esto distingue una buena postulación de una no tanto. En ese sentido Tomás Cifuentes, gerente general de Reqlut, startup de tecnología en recursos humanos sostiene que lo primero es leer completamente toda la oferta laboral. “¿Existen instrucciones específicas de postulación? ¿Hay requerimientos que sean excluyentes? Siempre mantente atento a las instrucciones especiales, a los reclutadores le gusta recibir postulaciones con respuestas diligentes y reflexivas”, explica.
Otro aspecto, y que puede ser una obviedad, es revisar la gramática y ortografía de tu postulación, ya que es muy fácil cometer un descuido al momento de responder preguntas o incluso en el currículum. Cifuentes recomienda asegurarse de que toda la comunicación con la empresa que ofrece el empleo sea gramaticalmente correcta. “Evita cualquier jerga y abreviatura. Una vez que revisaste todo varias veces, envíale el currículum a un amigo para que tengas doble check. Ya no hay excusa para que existan errores en tu postulación”, agrega.
El experto también aconseja no caer en elementos genéricos, es decir, no existe una carta de presentación genérica para cada oferta laboral, ya que, dependiendo de lo que se propone, las postulaciones tiene un mensaje específico. “Al igual que con el currículum, al momento de solicitar un trabajo, enumera los logros que se sienten relevantes para el cargo, de esa forma llamarás la atención del reclutador”, aconseja.
Cifuentes también llama a hacer una pregunta muy sencilla: por qué. Y es que, generalmente, cuando estamos enfocados en detallar nuestra historia profesional, olvidamos lo más importante, como por qué se quiere trabajar para la empresa a la que se está postulando y por qué eres el mejor candidato para ese rol. En ese sentido, afirma que si no puede contestar esas preguntas, es mejor reconsiderar si continuar con el proceso.
Cuidado con las redes sociales
Demorarse un segundo en postular, solo para revisar bien los antecedentes que se van a enviar, puede ser clave, sobre todo si tiene solo una oportunidad para postular a un trabajo, ya que hay que considerar que las primeras impresiones siempre son las más importantes. Cifuentes sostiene que antes de apretar en “enviar” la postulación, es importante volver a revisar la solicitud y asegurarse de haber seguido todas las instrucciones de la publicación del trabajo.
Y finalmente, si es un asiduo a usar redes sociales, siempre hay que tener cuidado con lo que se publica. Desafortunadamente, vivimos en un mundo en que la privacidad de la información se ha perdido, por lo que si “has estado probando tu rutina de chistes o comentarios políticos en Twitter, es recomendable eliminar cualquier cosa que pueda ser percibida como inapropiada por un reclutador. Se entiende que te gusta la cerveza artesanal, pero quizás puedes poner privado ese perfil de Instagram”, indica el especialista.