Entre gritos y golpes contra el vehículo que los trasladaba, ayer Johanna Hernández y Francisco Silva abandonaron el Tribunal Oral en lo penal de Valparaíso después de oír el veredicto que los declaró culpables del crimen del profesor Nibaldo Villegas.
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Ambos no se moverán de la cárcel de Valparaíso: sus abogados informaron que no se presentarán a la lectura de la sentencia el próximo jueves 16 de mayo.
Eso sí, a partir de ese día su horizonte puede tomar distintos colores: Johanna fue condenada por parricidio, por lo que se expone a una pena que va desde el presidio mayor en su grado máximo al presidio perpetuo calificado. Es decir, entre 15 años y un día y 40 años sin opción a beneficios.
En el caso de Silva, la pena oscila entre el presidio mayor en su grado máximo y presidio perpetuo simple. O sea, entre 15 años y un día y 20 años de privación efectiva.
Afuera del tribunal, la familia de la víctima mostró desconcierto ante esta disparidad. «Estamos tranquilos porque no existió la absolución. Pero lo que está dictaminando el tribunal no nos deja conformes. ¿20 años le costaba la vida de mi hermano a Francisco? Eso no nos parece, la justicia tiene la oportunidad de crear un precedente. La ciudadanía está muy afectada por lo sucedido y con mayor razón ante esta disparidad», sostiene a Publimetro Edson Villegas, hermano de la víctima.
«Yo quiero tener una vejez tranquila, no estar pendiente de que esta persona tiene 30 y tantos años (Silva) y que a los 50 van a salir. Los informes psiquiátricos acreditan que él es un peligro para la sociedad», agrega Edson.
«Esperamos 40 y 20, presidio perpetuo calificado para ella y presidio perpetuo simple para él», explica el abogado de la familia, Patricio Olivares.
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Alevosía y no premeditación
La extensión de la condena que se leerá dentro de una semana tiene entre sus elementos claves la figura de los agravantes. Ayer el tribunal puso sobre la mesa la alevosía, pero no la premeditación.
«Esto fue premeditado de forma mutua por parte de los culpables. Tampoco se acreditó el uso de la tarjeta de mi hermano y todo Chile vio cómo usaron esa tarjeta, con las claves de mi hermano, con su ropa. Se acreditó que era Francisco, todo Chile vio las imágenes», menciona Edson Villegas.
Su abogado explica el criterio del tribunal. «Eso se da en relación a lo que señaló el juez que leyó el veredicto. La premeditación ellos la entienden como los actos preparativos para la comisión del delito», comenta Olivares.
De acuerda a la abogada Lya Rojas, la sentencia dará más luces de porque no consideró la premeditación. «Una vez que esté disponible se podrá saber con mayor certeza cuáles fueron los argumentos del tribunal para desestimar la premeditación como causal agravante. Sin embargo, puede fundamentarse en que no existieron elementos en el proceso que permitieran acreditar que los imputados actuaron previamente organizados y concertados para la comisión del delito», dice la directora de Rojas Abogados.
En el escenario de un fallo desfavorable, la familia Villegas tiene como opción recurrir a la nulidad del juicio. «No no hemos puesto en ese escenario, porque a pesar de todo creemos en la justicia. Y queda una instancia más», dice el hermano de Nibaldo.