Corea del Norte calificó la incautación de un carguero norcoreano implicado en exportación de carbón por parte de Estados Unidos de “robo ilegal” y pidió que el buque sea devuelto de inmediato.
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Pyongyang acusó a Washington de traicionar el espíritu de los acuerdos alcanzados en la cumbre del pasado junio entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según un comunicado de un alto cargo no identificado del gobierno norcoreano publicado por la Agencia Central de Noticias Coreana.
En esa cumbre, Kim y Trump firmaron una declaración poco concreta sobre la desnuclearización de la Península Coreana y la mejora de las relaciones bilaterales. Su segundo encuentro, celebrado en febrero, colapsó por las diferencias de ambas partes acerca del alivio de las sanciones y el desarme.
La captura del carguero, revelada la semana pasada, se da a conocer en un momento delicado en la relación entre las dos naciones luego de que Corea del Norte reanudó sus ensayos con armas en un aparente intento por obligar a Estados Unidos a suavizar las sanciones.
«Las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Estados Unidos mencionó como una de las razones para robar nuestro buque de mercancías equivale a una violenta infracción de la soberanía de nuestro país que rechazamos por completo”, señaló el comunicado de la agencia noticiosa. «Estados Unidos debería considerar con cautela qué tipo de consecuencias podría tener su robo a plena luz del día en la situación política y debería devolvernos nuestro buque sin dilación”.
Antes de su incautación por parte de Estados Unidos, la embarcación, un carguero de 177 metros (581 pies) llamado Wise Honest, había sido detenida por Indonesia en abril de 2018 cuando transportaba una gran cantidad de carbón. El sábado fue llevada a Samoa Estadounidense, donde será inspeccionada.
Corea del Norte tiene prohibido exportar carbón de acuerdo con las sanciones de la ONU que se endurecieron en 2017 para castigar sus cada vez más potentes ensayos con armas de ese año. Los expertos creen que la venta de carbón y otros minerales ayudan a financiar la industria armamentística de Pyongyang.