Antiguamente muchas mamás envolvían a sus hijos en frazadas muy apretadas durante los primeros meses de vida. Se creía que así se lograba imitar al vientre materno. Hoy se sabe que los bebés si tienen algo de espacio para mover sus articulaciones relajadamente, en un equilibrio perfecto entre seguridad y espacio reducido.
PUBLICIDAD
Buscando generar ese efecto, muy tranquilizante para ellos, una mamá emprendedora diseñó una cuna. La bautizó como «Capullo». Constanza Vázquez dijo a Publimetro que la idea surgió cuando nació su hijo. «Queríamos una cuna de agua, pero hay algunos productos que no están en Osorno y yo vivía allá en esa época», explicó. Tras no encontrar el modelo que quería, e investigando al respecto, dio con un modelo suizo y surgió la idea.
¿Y si la vendemos?
Según relata Constanza, el primer modelo de Capullo le permitió descansar bastante, porque su hijo quería estar todo el tiempo en brazos. Pero la cuna de material suave y ajustado diseño le dio la tranquilidad que le otorgaban los brazos de su madre.
Pero no fue un negocio inmediato. Un año después de que nació su hijo, y conversando el tema con amigos, nació la idea de hacer más y venderlos.
Una de las tiendas que los venden en Santiago es Bebé Urbano. Una de las razones por la que creyeron en este emprendimiento fue porque “esta cuna ayuda a que el bebé tenga un sueño más seguro y placentero, se sienta en un ambiente cálido similar al vientre materno, evita los casos de muerte súbita y promueve la posición antirreflujo”, comentó Roberto Mayerson, dueño de Bebé Urbano.
Aún con el toque de emprendimiento
Las cunas aún son fabricadas a mano, en tela 100% algodón y con un suave colchón hipoalergénico. Es liviana, por lo que puedes llevarla donde quieras o ponerla directo sobre la cama de los padres o cuna. ¿Su precio? Sólo $34.990, incluyendo colchón y bolsa de traslado.