Un evento televisivo que no se veía hace años. Un sinnúmero de teorías. Una petición para que los responsables de la serie rehicieran la octava y última temporada. Emoción en las horas previas de su desenlace. Todo esto y más generó el fin de “Game of Thrones”. Uno que, mirando en retrospectiva, llegó rápidamente, con un ciclo que tan solo duró seis episodios. Capítulos que despertaron dispares reacciones de los fanáticos de la producción a cargo de HBO y basada en los libros de George R.R. Martin.
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Lo concreto es que ya hay nuevo dueño del “Trono de hierro”. En estricto rigor, hay nuevo rey, pero no más trono. Y es que el final de la serie presentó un emocionante episodio, que comenzó con Desembarco del Rey en ruinas y Tyrion Lannister (Peter Dinklage), Jon Snow (Kit Harington) y Ser Davos Seaworth (Liam Cunningham) contemplando sorprendidos la devastación.
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Además, un enfrentamiento que se había anunciado, Gusano gris (Jacob Anderson) asesinando a todos los que sobrevivieron bajo órdenes de ella como reina y el verdadero heredero al trono de los Siete Reinos tratando de imperdirlo, y el triste momento en el que la mano de la Reina descubre a sus hermanos Cersei (Lena Headey) y Jaime (Nikolaj Coster-Waldau) muertos.
Y tal como se fue decantando a lo largo de las 8 temporadas de «Game of Thrones», todo se trató de la Casa Stark, desde que Ned Stark (Sean Bean) es reclutado por Robert Baratheon (Mark Addy), su muerte y el ascenso de los Lannister, con Joffrey Baratheon (Jack Gleeson) en el poder, que significó que los de Invernalia lucharan por sus vidas en cada ciclo.
Por ello, pese a que es imposible que todos quedaran felices con el cierre de “Game of Thrones”, aquellos que estuvieron con lo sobrevivientes Bran (Isaac Hempstead-Wright ), Arya (Maisie Williams ), Sansa (Sophie Turner), y sufrieron con las muertes de Robb, Rickon y Catelyn Tully (Michelle Fairley), quedaron más que felices.
Los Stark sobrevivientes consiguieron lo que siempre se plantearon para cada uno de ellos, luego de la dura decisión que debió tomar el personaje de Kit Harrington. Jon Snow, asesinó a su reina, Daenerys Targaryen (Emilia Clarke), tras darse cuenta que su entendimiento del bien la iba a llevar a un reinado de dolor, generando que los Siete Reinos arreglaran la falta de un líder legítimo conversando y eligiendo al más adecuado.
Así fue como Bran el roto, fue escogido como el nuevo rey. Todo en casi 40 minutos de mucha emoción, que dieron pasó a la risa. Un tono cómico que siempre estuvo presente en “Game of Thrones” y que sirvió como preámbulo a los futuros abiertos de la nueva Reina de un Norte independiente, Arya y su intención de descubrir lo que hay más allá de los mapas y Jon Snow yéndose a vivir con “Los Salvajes” más allá del muro, tras confinado a ser, nuevamente, un “Guardia de la noche”, por asesinar a la “Madre de Dragones”.
“Game of Thrones” se despide con varios hitos: episodios espectaculares como “La Boda Roja”, “La Batalla de los Bastardos”, La Montaña y la Víbora” (que tuvo al chileno Pedro Pascal como protagonista), “Blackwater” y “La Larga Noche”, y con números increibles de audicencias, como “Las campanas”, que se terminó convirtiendo en el epsiodio más visto de la historia de la serie, que fue visto por 17.8 millones de personas.